Han sido muchos los casos de futbolistas que pasaron por Boca y, a pesar de salir campeón y haber tenido un buen paso por el club, no se llevaron los flashes o la atención que quizás merecían. Un ejemplo es Luis Abramovich, defensor que jugó en el Xeneize en la década del 80', pero cuya vida cambió mucho tras su retiro.
En una época en la que ser futbolista era más difícil que ahora, el futbolista ya pensaba en su futuro cuando se alejó de las canchas. De hecho, empezó un emprendimiento familiar basado en una de las pasiones de la gastronomía argentina. “Empecé un emprendimiento con mi exsuegro en una fábrica de alfajores. Como era “Abramovich” se me abrieron puertas en distintos negocios y supermercados para la venta y todo el mundo me compraba“, le explicó a La Nación en 2024.
Después de sostenerse por varios años, la fábrica terminó cerrándose hace más de una década: “Duró más o menos hasta 2012, coincidió algunos años con mi trabajo en Boca con los juveniles y pude tener buenas entradas económicas“. Con ambos trabajos fuera de la ecuación, Abramovich sueña con volver al mundo del fútbol: “Quiero estar en el fútbol, pero es muy difícil… Una vez escuché la frase de que “el fútbol te escupe hacia afuera”, y es así. Hay que abrir esa llave, no solo con tu capacidad, sino con las relaciones y los contactos“, expresó con pesar.
El paso de Luis Abramovich por Boca
Luis Abramovich llegó a Boca en 1986 y jugó seis temporadas como lateral, disputando 200 partidos con el Xeneize y consagrándose campeón de la Copa Máster 1992. Tras su salido, tuvo un paso por Racing y finalmente se retiro en Chacarita. A partir de ahí, comenzó a pensar en nuevos proyectos fuera del fútbol.
En una entrevista, recordó con emoción la Liguilla de 1986, su primer gran logro con el club, y destacó lo especial que fue ese triunfo: “Esa fue mi primera gran experiencia en Boca, porque había llegado al club hacía poco. Y haber ganado la Liguilla en aquel junio de 1986 resultó algo increíble, como si hubiéramos ganado un torneo, no te miento”.
También recordó esa época de Boca, en la cual era muy querido por los hinchas y contaba con los privilegios del futbolista: “Si bien está bueno que te reconozcan y vanaglorien, siempre miré el tema con cuidado porque nunca me la creí. Son momentos para disfrutarlos, claro. Era bajo perfil, pero eso sí: habré sido uno de los pocos de aquella época, junto con Diego Latorre, que tenía un personal trainer”