En general, muchas personas no tienen la costumbre de desenchufar los electrodomésticos una vez que terminaron de usarlos. Especialmente aquellos que se ubican en la cocina. Sin embargo, esto puede implicar un gran peligro en el caso de una tostadora, que al quedar conectada puede provocar un incendio.
Uno no espera que este noble artefacto que sirve para cada desayuno se prenda fuego en algún momento, pero al funcionar a través de resistencias eléctricas que alcanzan altas temperaturas, este electrodoméstico puede ser tramposo. Si no se desenchufa después de su uso, estas resistencias pueden permanecer calientes, y al entrar en contacto con algo inflamable, podría generarse un incendio.
Dejar la tostadora enchufada de manera permanente implica otras dos potenciales causas de riesgo. Por un lado, puede sobrecargarse el circuito eléctrico del hogar, aumentando el riesgo de incendio. Pero también, aumenta el riesgo de fallos en los componentes eléctricos del aparato, que pueden generar cortocircuitos y aumentar el peligro de fuego.
Consejos de seguridad al usar una tostadora
Los especialistas de Flashy House realizaron un informe con algunas recomendaciones para prevenir incendios y cuidar el hogar:
- Desenchufar el aparato cuando no se utilice para prevenir descargas eléctricas.
- Para evitar la acumulación de migas y posibles incendios, limpiar periódicamente la tostadora.
- No sobrecargar el electrodoméstico: introducir solo lo que entre con comodidad.
- Para evitar el riesgo de electrocución, mantener la tostadora alejada de fuentes de agua.
- Supervisar a los niños cerca de la tostadora y superficies calientes para garantizar su seguridad.
Tostadora verde
Es muy importante pensar dónde colocar aquellos electrodomésticos que trabajan con calor.
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Por otro lado, para prevenir riesgos de incendio en una cocina, no se recomienda enchufar una tostadora en áreas donde la falta de ventilación o la proximidad a materiales inflamables puedan generar peligros.
Es decir, no se debe colocar la tostadora cerca de una pileta en la cocina para prevenir el riesgo de electrocución. Tampoco debajo de gabinetes, debido a la falta de ventilación, lo cual puede generar riesgo de incendio. Ni cerca de materiales inflamables, como cortinas, toallas de papel o repasadores.