Marcelo Simeoni sufría un cuadro grave de Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y llegó a lavarse las manos 12 horas seguidas. Hace un año pasó por una cirugía de neuromodulación y desde ese momento mejoró su estado de salud.
"Apenas podía hacer cosas solo. He llegado a lavarme las manos 12 horas de corrido sin parar", contó en diálogo con Minuto a Minuto. Y detalló que, por ejemplo, no podía pisar ciertas rayas de las baldosas o se obsesionaba con algún número.
Pero su vida cambió muchísimo luego de la cirugía. “A través de los impulsos eléctricos que tengo implantados en mi cerebro, me cambian la estructura”, explicó sobre el proceso operatorio. Y añadió: “Me acomoda los jugadores, digamos, para que no sienta la necesidad compulsiva".
A un año de la intervención, el joven se encuentra con una mejora del 65% y aclaró que está buscando trabajo. También contó que este método ya se ha aplicado a personas que padecen bipolaridad, depresión profunda o Parkinson, y que se está estudiando para tratar el Alzheimer en personas mayores.