Lentamente, la viruela del mono se abrió paso en las conversaciones en los últimos días, luego de que crecieran los números de infectados en todo el mundo, incluyendo la sospecha de un caso en Argentina.
También llamada viruela símica, la mayoría de los casos notificados proceden de regiones rurales de la selva tropical de la cuenca del Congo y el África occidental y se considera endémica de la República Democrática del Congo. Sin embargo, la aparición de casos en países de Europa y en Estados Unidos despertó preocupación en Occidente.
Si bien no hay tratamiento ni vacuna para esta enfermedad, la vacunación contra la viruela previa ha resultado también muy eficaz para prevenir la viruela del mono.
Qué es la viruela del mono
Según define la Organización Mundial de la Salud (OMS), la viruela símica es "una zoonosis viral, es decir, una enfermedad provocada por un virus transmitido de los animales a las personas, que produce síntomas parecidos a los que se observaban en los pacientes de viruela en el pasado, aunque menos graves".
Los síntomas comienzan con fiebre, cefalea intensa, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares e intensa falta de energía, para luego derivar en lesiones cutáneas, primero en el rostro y luego en el resto del cuerpo.
Las zonas más afectadas por las lesiones son el rostro (en el 95% de los casos), las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos).
Viruela del mono: cómo se contagia
La viruela del mono puede transmitirse a través del contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión.
Desde la OMS subrayaron que "la transmisión se produce principalmente por gotículas respiratorias, generalmente tras prolongados contactos cara a cara con el paciente, lo que expone a los miembros de la familia de los casos activos a un mayor riesgo de infección".