El objeto metálico que cayó del cielo en un campo privado en la localidad de Puerto Tirol, Chaco, será trasladado a Buenos Aires para ser analizado y tratar de determinar su origen. El cilindro, de 1,70 metros de largo y 1,20 metros de diámetro, es de fibra de carbono por lo que se sospecha de una posible vinculación con tecnología avanzada y la chatarra espacial.
El incidente ocurrió el jueves cerca de las 18.30 en un predio rural conocido como ex Campo Rossi. Ante el aviso de la presencia del elemento desconocido, personal de la División Bomberos de Resistencia y agentes de la Comisaría Puerto Tirol se hizo presente en el lugar, donde dio inicio las primeras diligencias sobre el objeto.
Entre las primeras investigaciones, los peritos hallaron en uno de sus extremos un orificio de 40 centímetros, mientras que en el opuesto se detectó un sistema de válvulas. Adicionalmente, la estructura cilíndrica portaba una inscripción con un número de serie, dato crucial para las investigaciones sobre su procedencia.
En este marco, el extraño objeto será trasladado a Buenos Aires, bajo estrictos protocolos de seguridad para un análisis más exhaustivo.Todos los oficiales que estuvieron en contacto directo con el artefacto en Chaco fueron sometidos a controles médicos de rutina, los cuales determinaron que ninguno de ellos presentó síntomas compatibles con exposición a sustancias peligrosas.
El director del Centro Aeroespacial de la Fuerza Aérea, Rubén Lianza, descartó a medios locales que existan riesgos de toxicidad y radiación, aunque advirtió que el recubrimiento de fibra de carbono puede resultar dañino.
“Lo que hicimos en primer lugar fue identificar el objeto. Es claramente un tanque de producto de la industria aeroespacial, que generalmente se usa para portar algún tipo de combustible para primeras o últimas etapas de maniobra en órbita", explico Llanza.