Tenía fiebre y resfrío pero cuando fue al médico el diagnóstico la dejó sin palabras: qué dijo el médico

Es ideal que, frente a este tipo de situaciones, los médicos realicen estudios complementarios para descartar posibles complicaciones y dar con un diagnóstico certero.

  • Kirsty Lawson, de 53 años, comenzó con síntomas leves como fiebre y pérdida de voz, que derivaron en el hallazgo de un ganglio inflamado en el cuello.
  • Tras estudios médicos, fue diagnosticada con Linfoma de Células del Manto, un tipo raro de cáncer en la sangre.
  • Recibió quimioterapia, una cirugía para extirpar los ganglios afectados y un trasplante de células madre en Australia.
  • Actualmente está en remisión y continúa con controles semestrales para prevenir una posible recaída.

Lo que parecía un cuadro gripal común terminó convirtiéndose en una experiencia que cambió todo. Una mujer decidió acudir al médico luego de varios días con fiebre y congestión, sin imaginar que su visita de control revelaría algo mucho más serio. Lo que comenzó como una consulta de rutina pronto tomó un giro inesperado, sorprendiendo tanto a la paciente como al equipo de Salud.

Casos como este ponen de relieve la importancia de no subestimar los síntomas más habituales, ya que detrás de un resfrío o una fiebre persistente pueden esconderse otras condiciones que requieren atención urgente. Su historia se transformó en un recordatorio de lo impredecible que puede ser la Salud y de cómo una simple consulta puede cambiar por completo el rumbo de la vida cotidiana.

Qué reveló el médico con la mujer que se sentía mal y pensaba que era por el cambio de clima

Sangre
Investigaciones recientes exploraron la relación entre el grupo sanguíneo y la esperanza de vida, sugiriendo que ciertos tipos de sangre podrían asociarse con un envejecimiento más lento y con distintos riesgos para la salud.

Investigaciones recientes exploraron la relación entre el grupo sanguíneo y la esperanza de vida, sugiriendo que ciertos tipos de sangre podrían asociarse con un envejecimiento más lento y con distintos riesgos para la salud.

Kirsty Lawson, de 53 años, atravesó un invierno complicado, marcado por un cansancio inusual y constantes resfríos. Los síntomas parecían repetirse sin grandes variaciones (fiebre y pérdida de la voz) hasta que una señal distinta la llevó a consultar con un especialista.

Al notar un ganglio inflamado en el cuello, decidió acudir a su médico, pensando que se trataba de un simple virus. Sin embargo, tras una biopsia y una ecografía, los resultados revelaron algo mucho más grave: Lawson padecía Linfoma de Células del Manto (LCM), una forma poco común de cáncer en la sangre.

Tras recibir el diagnóstico, la mujer comenzó de inmediato un tratamiento intensivo con varias sesiones de quimioterapia para inducir la remisión de la enfermedad. Luego, fue sometida en Australia a una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos afectados y a un trasplante de células madre, parte del proceso de recuperación y fortalecimiento de su sistema inmunológico.

Gracias a la detección temprana y a la intervención médica oportuna, Kirsty logró superar la etapa crítica de la enfermedad. Actualmente, se encuentra en buen estado de salud y sin indicios de cáncer activo, aunque continúa con controles cada seis meses para garantizar que el linfoma no reaparezca.

TEMAS RELACIONADOS