Secta de Villa Crespo: elevaron a juicio a los acusados de la "Escuela Yoga" de Buenos Aires

Son 17 los investigados, entre ellos su presunto líder Juan Percowicz. Todos son acusados de montar una organización que cometió maniobras de lavado de dinero y de explotación sexual a víctimas.

Todos los acusados en el caso de la reconocida "Escuela de Yoga de Buenos Aires" que se escudaban bajo una organización ilícita con rasgos de secta irán a juicio oral tras la decisión del juez Ariel Lijo.

Los acusados están siendo investigados por haber cometido maniobras de lavado de dinero y por estar involucrados en trata de personas con fines de explotación sexual. En total serían 16 personas y se suma Juan Percowicz, el presunto líder de la organización quienes irán a juicio oral.

El juez Lijo dispuso la clausura parcial de la investigación tras el pedido del fiscal federal Carlos Stornelli y la fiscal federal de la unidad anti trata Alejandra Mangano, al rechazar los pedidos de sobreseimiento y las nulidades planteadas por las defensas. En su resolución, se dispuso además que se sortee a un tribunal oral, que será quien juzgue a los implicados por asociación ilícita, lavado de dinero y trata de personas con fines de explotación sexual.

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Entre las listas de los que serán juzgados también figuran Marcela Sorkin, María Susana Barneix, Ruth Viviana London, Susana Mendelievich, Mario Alberto Leonardo, Gustavo Aníbal Rena, Georgina Ivonne Hirschfeld, Marcela Argüello, María del Carmen Giorgi, Daniel Eloy Aguilar, Alicia Arata, Silvia Alicia Herrero, Luis Romero, Horacio Vesce, Daniel Gustavo Trepat Fryd, y Federico David Sisrro.

Todos se encuentran en libertad luego de permanecer meses con prisión preventiva. La acusación es por formar una asociación ilícita que operó desde 2004 al 2022 con "rasgos de secta de naturaleza espiritual".

El fin fue "captar personas mediante engaños o que se encuentran en situación de vulnerabilidad para incorporarlos a la organización con el fin de reducirlos a una situación de servidumbre y/o explotación sexual, construir un culto alrededor de su líder y promover una estructura ilegal de negocios en la República Argentina y en los Estados Unidos de América, que permitiera otorgar apariencia lícita a los fondos obtenidos como producto de sus actividades, con el único fin de enriquecerse y obtener influencias y/o coberturas para sus líderes".

"Para ascender dentro de la jerarquía de la organización debían realizar un proceso de aprendizaje basado en la lectura de libros y la realización de talleres y diferentes tareas", según el juez Lijo.

La "secta de Villa Crespo" actuaba en Buenos Aires, pero sus ramificaciones llegaron a los Estados Unidos, a ciudades como Las Vegas, Chicago y Nueva York. Captaban adeptos que eran enviados a la "clínica" CMI Abasto, en las que se realizaban las "curas de sueño" a través de fundaciones para el lavado de dinero y filiales dedicadas a la difusión de las actividades en la Argentina .

La historia de la secta de Villa Crespo

La secta criminal fue investigada por primera vez en 1993, cuando Percowicz fue acusado de cargos similares a los que enfrenta ahora: captación de personas para someterlos a explotación sexual y laboral. La secta tuvo sus inicios en los años ‘80 cuando era una escuela de filosofía, de yoga y cultura New Age: la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA).

La entidad estaba liderada por Juan Percowicz, apodado "Papito", "Ángel" y "Maestro", y buscaba obtener ganancias millonarias por medio de la explotación sexual de mujeres tras la fachada de una escuela de yoga ubicada en el barrio porteño de Villa Crespo.

Unas 30 mujeres fueron víctimas de explotación sexual, escudada en la búsqueda espiritual y la "liberación". En las declaraciones, aseguraron que lo hacían "por su propia voluntad". Eran utilizadas para prostitución con grandes empresarios como clientes, lo que le daba a la organización ingresos por u$s460 mil al mes.

Escuela de Yoga

Según la investigación, a través de un discurso filosófico, basado en un camino a la sabiduría y a la liberación, las víctimas debilitaban su voluntad y quedaban sujetas a los designios del "Papito".

La organización, que tras darse a conocer públicamente fue llamada "Secta de Villa Crespo", tenía una estructura basada en jerarquías en la que, para ascender, las mujeres debían mantener relaciones con hombres de poder. Así, podían pasar de "humanos comunes", en los primeros niveles, a "Alumnos", "Genios" y luego "Apóstoles".

Además, las mujeres eran llamadas "plantitas", ya que formaban parte del negocio llamado "Botánico", nombre con el que se ocultaba la explotación sexual de las víctimas, que tenían como clientes a empresarios en Buenos Aires, Nueva York, Chicago, Las Vegas y Londres. Además de la prostitución, su tarea era influenciarlos para que hicieran aportes económicos a la secta.

Un segundo grupo, más selecto, eran las llamadas "novias", que eran prácticamente reducidas a la servidumbre y debían responder a empresarios y convertirse en "alfombra para sus pies". Las que no alcanzaban a generar la suma exigida por mes por Percowicz debían pagar una multa.

"Viejas, jóvenes, gordas, flacas, todo se vende. Mientras está viva, se factura, si está muerta se factura un poco menos", había asegurado el líder en un evento.

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