En medio de la ola polar extrema en Mendoza, una mujer y un adolescente murieron por inhalación de monóxido de carbono en su casa en la localidad de Maipú, en Mendoza. Además, el padre de la familia debió ser hospitalizado y pelea por su vida.
Las víctimas fueron encontradas por el hijo mayor de la familia, mientras que el padre fue hospitalizado y pelea por su vida. Habrían utilizado un brasero durante la noche para calefaccionar el ambiente.
En medio de la ola polar extrema en Mendoza, una mujer y un adolescente murieron por inhalación de monóxido de carbono en su casa en la localidad de Maipú, en Mendoza. Además, el padre de la familia debió ser hospitalizado y pelea por su vida.
El hecho ocurrió en una vivienda ubicada sobre carril Los Álamos y calle Avellaneda en la localidad “Fray Luis Beltrán” en el municipio de Maipú. La familia habría utilizado un brasero durante la noche para calefaccionar el lugar debido a las bajas temperaturas que rondaron los 6 grados bajo cero y que causaron nevadas en la ciudad.
Las víctimas, identificadas como María Flores de 47 años y Alexander Condorí de 14, fueron encontrados por el hijo mayor de la pareja, quien al llegar al domicilio y no recibir respuesta a sus llamados, decidió forzar la entrada.
Al ingresar, visualizó a su madre y hermano ya sin vida, mientras que su padre estaba inconsciente y presentaba signos claros de intoxicación. Rápidamente, el joven pidió ayuda a sus vecinos y llamaron 911, por lo que el personal policial de la Comisaría 61ª fue el primero en llegar al lugar.
De acuerdo a fuentes policiales, la muerte de María Flores y Alexander Condorí se produjo cuando la familia habría utilizado un brasero durante la noche para calefaccionar el ambiente.
La Policía Científica se hizo presente en el lugar para realizar las tareas periciales correspondientes y recolectar evidencias sobre lo sucedido. Al mismo tiempo, se verificó el estado del brasero y se evaluó la ventilación de los ambientes.
De acuerdo a los primeros datos, no se detectaron signos de violencia ni indicios de intervención de terceras personas, por lo que todo apunta a un accidente doméstico y la insuficiencia de ventilación.
El padre de la familia quedó internado y su evolución quedará sujeta a la respuesta al tratamiento y la magnitud de los daños producidos por el gas tóxico. Por el momento, su pronóstico es reservado. También intervinieron equipos de contención psicológica para asistir a los familiares directos, afectados por la pérdida y el impacto de la situación.