La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha realizado un descubrimiento significativo al identificar un campo eléctrico ambipolar, un fenómeno que había sido objeto de búsqueda por los científicos durante más de 60 años.
Las naves que sobrevolaban los polos de la Tierra han observado una corriente de partículas que fluye desde nuestra atmósfera hacia el espacio.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha realizado un descubrimiento significativo al identificar un campo eléctrico ambipolar, un fenómeno que había sido objeto de búsqueda por los científicos durante más de 60 años.
Este hallazgo se logró gracias a las mediciones efectuadas por el cohete suborbital Endurance. En décadas anteriores, la detección de este campo estaba más allá de las capacidades tecnológicas disponibles, y se pensaba que sus efectos solo podrían ser percibidos a cientos de kilómetros de distancia.
Las naves espaciales que sobrevolaban los polos terrestres detectaron una corriente de partículas que va desde la atmósfera hacia el espacio, la cual los teóricos denominaron "viento polar" y trataron de entender sus causas.
El campo ambipolar, que junto con la gravedad y el magnetismo constituye una de las áreas clave de la energía en nuestro planeta, podría haber influido en la evolución de nuestra atmósfera de formas que ahora empezamos a explorar.
Según Alex Glocer, científico del proyecto Endurance en el Centro Goddard de la NASA, este campo es lo suficientemente potente como para contrarrestar la gravedad y lanzar partículas al espacio a velocidades supersónicas.
El 11 de mayo de 2022, el cohete suborbital Endurance despegó y alcanzó una altitud de 768,03 kilómetros antes de amerizar en el mar de Groenlandia 19 minutos después. En el rango de altitud de 518 kilómetros, donde recopiló datos, el Endurance detectó un cambio en el potencial eléctrico de apenas 0,55 voltios.
Se espera que campos eléctricos similares, formados por la dinámica interna de las atmósferas, puedan existir en otros planetas como Venus y Marte.