Cada 11 años, el Sol experimenta una inversión en sus polos magnéticos, un fenómeno que intensifica su actividad solar. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha señalado que, durante fuertes erupciones, existe el riesgo de que los astronautas queden expuestos a niveles peligrosos de radiación, y los satélites podrían sufrir daños.
Además, una tormenta solar severa podría tener consecuencias importantes en la Tierra, afectando sistemas de comunicación y navegación, como la radio y el GPS, así como las redes eléctricas a nivel global.
Cómo es la tormenta solar que podría afectar a las redes eléctricas de la Tierra según la NASA
A medida que el Sol atraviesa una fase de actividad intensa, los fenómenos de “clima espacial” se vuelven más frecuentes. Este incremento ha aumentado la visibilidad de las auroras y ha impactado en satélites y en infraestructuras terrestres.
En mayo de 2024, una serie de erupciones solares y eyecciones de masa coronal (CME) lanzaron nubes de partículas y campos magnéticos hacia la Tierra, generando la tormenta geomagnética más intensa de las últimas dos décadas.
La NOAA explicó que estos eventos se producen cuando partículas subatómicas, impulsadas por el viento solar, interactúan con el campo magnético terrestre.
Elsayeed Talat, director de Operaciones de clima espacial de la NOAA, advirtió que este aumento de actividad no representa necesariamente el pico del ciclo solar actual. Señaló que, aunque el Sol está en un período de máximo solar, el verdadero pico podría identificarse en varios meses o incluso años.