Los padres de Sebastián, el joven de 20 años que murió en Florencio Varela aplastado por las ruedas de un colectivo luego de que cediera el piso de la unidad, responsabilizaron a la Línea 500 por el hecho y exigieron "que pongan colectivos nuevos o den lugar a otra empresa si no los tienen".
El siniestro ocurrió el viernes pasado en la localidad de Villa Batteone, en la esquina de Belgrano y Vicente López. Según los testigos, la víctima viajaba parada sobre un escalón en mal estado que se rompió, por lo que cayó debajo del vehículo en movimiento y fue atropellado por las ruedas traseras.
"Esto pasó siempre, no es de ahora, fue toda la vida lo mismo. Los varelenses viajan de esta manera todos los días. Yo no digo que se cierre la empresa porque hay muchos trabajadores, pero que cambien las unidades, esas ya no pueden estar más", reclamó Cecilia, la madre del joven, en diálogo con Mañanas Argentinas por C5N.
El padre de Sebastián, Mieres, le contó a la cronista Paula Avellaneda que "según el relato de la amiga de mi hijo, que de casualidad se encontraron en la estación de Varela, el micro ya venía lleno y en la parada había mucha gente". En ese contexto, varias personas "subieron por atrás sin pagar boleto".
"El chofer se da cuenta que los de atrás no pagaron y les dice que se bajen o no sale, ahí empezó el problema. Algunos se bajaron y el chofer cerró la puerta, pero no quería salir así porque estaba recontra cargado el colectivo", agregó, y remarcó que "el chofer no tiene nada que ver con lo que pasó".
Cecilia coincidió en que "el chofer no quería salir y el inspector lo obligó". "La chica que iba con él, un montón de gente que iba en el colectivo, todos me dieron el mismo relato. El chofer le dijo al inspector que si pasaba una desgracia iba a ser culpa de él, y la desgracia pasó a una cuadra, donde murió mi hijo", sostuvo.
"Todos coincidieron en que él no quería salir de la estación. No le dio tiempo a nada porque había mucha gente y todos venían gritando, insultando, y él nunca escuchó que mi hijo había caído. No fue nadie más que la empresa por no darse cuenta que lleva vidas ahí adentro", insistió.
Cuando fueron a la comisaría, la mujer pidió hablar con el chofer porque "él, una persona joven, no puede cargar con la muerte de mi hijo cuando no es el responsable. Él no pudo hablar. Lo tenían ahí metido como si fuera un delincuente, estuvo llorando, vomitando, estaba muy mal", recordó.
"Hoy no estamos pidiendo justicia por mi hijo porque ya no está, pero pedimos justicia por la gente que va a trabajar o a pasear. Queremos que el 500 ponga más colectivos nuevos o que den lugar un tiempo a otra empresa si es que no los tienen. No entendemos si no hay alguien que verifique esos colectivos", reclamó Mieres.