El Vaticano tiene disponible todos los días las lecturas y el evangelio, es decir, aquellos pasajes de la Biblia que son la materia prima de esta celebración litúrgica. Estas son las de hoy, domingo 13 de octubre, de acuerdo con el sitio web Vatican News.
Además, diariamente se informa el santo del día. En el caso de hoy, se conmemora la figura de San Eduardo III el Confesor, único rey de Inglaterra que se convirtió en santo por entregar su vida completa a Dios, quien además llegó a ser patrono de ese país.
El papa Francisco siempre acompaña con palabras de reflexión: "'¿Qué haré para heredar la vida eterna?', es decir, la felicidad (v. 17). 'Vida eterna' no es sólo la vida del más allá, sino que es la vida plena, realizada, sin límites. ¿Qué debemos hacer para alcanzarla? La respuesta de Jesús resume los mandamientos que se refieren al amor al prójimo. El dinero, el placer, el éxito deslumbran, pero luego desilusionan: prometen vida, pero causan muerte. El Señor nos pide el desapego de estas falsas riquezas para entrar en la vida verdadera, la vida plena, auténtica y luminosa.
Evangelio
La lectura católica recomendada y el santo del día brindan valiosas oportunidades para la reflexión y el desarrollo espiritual.
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Primera lectura para hoy, 13 de octubre de 2024
El sitio web del Vaticano publicó la lectura del Libro de la Sabiduría, Sab 7, 7-11.
Supliqué y se me concedió la prudencia;
invoqué y vino sobre mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a los cetros y a los tronos,
y en comparación con ella tuve en nada la riqueza.
No se puede comparar con la piedra más preciosa,
porque todo el oro, junto a ella, es un poco de arena
y la plata es como lodo en su presencia.
La tuve en más que la salud y la belleza;
la preferí a la luz, porque su resplandor nunca se apaga.
Todos los bienes me vinieron con ella;
sus manos me trajeron riquezas incontables.
Evangelio de hoy, domingo 13 de octubre de 2024
También publicaron la lectura del santo Evangelio según San Marcos, Mc 10, 17-30.
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?” Jesús le contestó: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre”.
Entonces él le contestó: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven”. Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme”. Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: “¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!” Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: “Hijitos, ¡qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios”.
Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: “Entonces, ¿quién puede salvarse?” Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: “Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible”.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”.
Jesús le respondió: “Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna”.
Santo del día: San Eduardo III el confesor
Eduardo el Confesor fue el único rey de Inglaterra en convertirse en santo y algunos historiadores consideran que su canonización tuvo tintes políticos. Su culto comenzó tímidamente a partir de su muerte, en 1065, y a partir del siglo XII comenzó una campaña en pro de su canonización que alentó el entonces prior de la Abadía de Westminster, probablemente deseoso de incrementar la riqueza de la abadía.
La canonización de san Eduardo el Confesor se produjo en 1161 y dos años después, con su cuerpo incorrupto, fue trasladado a una capilla del coro de la Abadía de Westminster, donde aún permanece. Fue el 13 de octubre, fecha en la que se celebra su onomástica, tanto por parte de la Iglesia Católica como por la Iglesia Anglicana. Durante años llegó a ser patrono de Inglaterra (posteriormente fue sustituido por San Jorge) y aún hoy la corona es llamada la Corona de San Eduardo.