La Revolución de Mayo de 1810 fue encabezada por algunos de los hacendados y políticos más importantes de la época. Aún hoy, 213 años después, nombres propios como los de Cornelio Saavedra o Mariano Moreno siguen dominando el imaginario colectivo.
La Revolución de Mayo de 1810 fue encabezada por algunos de los hacendados y políticos más importantes de la época. Aún hoy, 213 años después, nombres propios como los de Cornelio Saavedra o Mariano Moreno siguen dominando el imaginario colectivo.
Sin embargo, el primer gobierno que formó esta burguesía argentina fue el resultado de un largo proceso en el que intervinieron distintos sectores de la sociedad, desde esclavos hasta peones de campo, y donde las mujeres también tuvieron su lugar.
"Una de las primeras cosas para revisar del periodo de Mayo es darle un poco más de relevancia a los grupos sociales y quitarle un poco de peso a las individualidades", señaló a C5N.com el historiador (UBA), docente e investigador Nicolás Mogni, del podcast La Historia es un Problema.
"La Revolución no se hizo solo adentro del Cabildo y, más allá de que tuvo varios protagonistas, había diferencias muy importantes", agregó. El principal grupo fue el de "los Hacendados", como Moreno o Juan José Castelli, que tenían formación universitaria y seguían las ideas de la Revolución Francesa.
"Son un grupo articulado, organizado, no es una cosa de simples voluntades individuales. Y, por otro lado, hay que tomar la relevancia que tienen los grupos sociales más bajos, porque estamos hablando de otras clases sociales en un periodo donde la distinción por castas era legal", explicó Mogni.
Mogni destacó que, mientras el Cabildo deliberaba en la Semana de Mayo, fue clave la presión que las milicias urbanas ejercieron desde la calle. Estos regimientos de patricios se habían formado durante las Invasiones Inglesas y respondían a distintos hacendados, por ejemplo Saavedra y Juan Martín de Pueyrredón.
"La mayoría no eran ciudadanos en el sentido estricto de la palabra, o sea, personas que podían dominar la escena política, sino que eran miembros de la población general: curtiembre, artesanos, peones de campo, indígenas", sostuvo Mogni.
Entre esas milicias, una en particular tuvo un papel importante. "Aparece el Batallón de Castas, o Batallón de Naturales, Pardos y Morenos, todas categorías que en la época eran legales. Y ahí aparece la figura de José de María, que dirigió el sub batallón de esclavos", destacó.
Este Cuerpo de Esclavos estaba formado por unas 200 personas "a quienes se armaría en caso de necesidad". No participaba de ningún ejercicio militar, porque solo debía actuar si Buenos Aires era atacada. En ese caso se les entregaban cuchillos y lanzas.
El historiador y docente (UBA) Guido Torena señaló que, si bien la Revolución fue liderada por los terratenientes, también fue aprovechada por "sectores más subalternos que tenían intereses particulares, por sus propias condiciones de género y de clase social".
"Sin duda las guerras de Independencia son una catapulta a la liberación, pero en Buenos Aires lo que está primando es la esclavitud doméstica. El esclavo que limpia la casa o la esclava que lava la ropa no necesariamente se va a ver beneficiado de esta liberación que se está dando producto de la guerra", aclaró.
Otro apoyo importante que recibió el grupo de los Hacendados fue el de las mujeres, que estaban asociadas a las tareas del día a día. Intervinieron de distintas maneras en el proceso de Independencia, pero en su gran mayoría estaban al servicio del varón.
"Hay que ser precavidos con esto de hacer un culto a las mujeres individuales, que en general son las que triunfan. La mayoría que participó de la Revolución de Mayo ha tenido un rol secundario, por lo menos en el sentido de la última toma de decisiones", explicó a C5N.com la historiadora e investigadora (UBA) Romina Scarcella.
En este sentido, destacó, por un lado, a las mujeres de la élite, es decir, las esposas de los terratenientes y milicianos que fallecieron en las guerras de Independencia. Ellas luego van a reclamar una manutención, y este acto de dirigirse al Estado se interpretó como una primera toma de decisiones políticas.
Por otro lado, Scarcella señaló que existió otro grupo de mujeres, probablemente de sectores mucho más bajos, que respondieron a las facciones de guerra y tuvieron que "masculinizarse" para poder participar de los batallones y milicias.
"El caso más conocido es el de Juana Azurduy o el de María Remedios del Valle, que si uno ve las imágenes que circulan en internet son prácticamente varones. Eso significa que no había un espacio de liberación: son mujeres que están decidiendo sobre ellas mismas, pero respondiendo a los varones", explicó.
"No es que la Revolución cambia absolutamente la situación de las mujeres, sino que ofrece una puerta de entrada, quizás, a una sociedad que está cambiando. En general, las fuentes son limitadas porque se están priorizando las milicias masculinas, entonces no aparecen todas estas mujeres que intervienen en la reproducción, es decir, en la ayuda", reflexionó Scarcella.
Estos temas que rodean a la Revolución de Mayo fueron retomados por distintos investigadores en los últimos años. A grandes rasgos, el consenso es el mismo: no estudiar la época desde hombres y mujeres con nombre y apellido, sino desde las problemáticas de género, esclavitud y racismo.