El hallazgo, por casualidad, de un delivery desbarató un intento de robo a una sucursal del banco Macro en San Isidro y terminó con el descubrimiento de un túnel. La estructura de madera tenía casi 200 metros de largo y 3,60 de profundidad. También contaba con un sistema de ventilación y luz. Los delincuentes se encontraban a cinco metros de ingresar en la sucursal.
El túnel estaba construido en un depósito sobre la misma calle Chacabuco, donde se encuentra el banco, a tan solo unos metros. Los investigadores creen que los delincuentes estaban en la etapa final del plan, ya que se encontraban a cinco metros de la sucursal y su intención, sería la bóveda del mismo.
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Al ingresar al depósito la Policía y los investigadores descubrieron varios bolsones de tierra y otros elementos que utilizaban para retirar el material del lugar. También los delincuentes crearon una "falsa pared" para que cuando abrían el portón no se viera el túnel.
También entre los videos que se compartieron de la estructura, también se podía observar colchones, por lo que creen que también dormían en el lugar. El sistema de ventilación estaba conformado por una serie de tubos que recorrían el túnel.