Fabiana, la abuela de se infiltró en una red de trata en Mar del Plata para rescatar a su nieta, brindó un duro testimonio en C5N de como hizo para recuperar a la joven de 17 años que permaneció casi un mes secuestrada en un edificio donde la obligaban a ejercer la prostitución a cambio de 20 mil pesis. Aseguró que actuó sola y se quejó por el accionar policial: "Decían que era un capricho adolescente".
El hecho ocurrió el pasado 22 de enero cuando la joven habló con una mujer para hacer un trueque de ropa a través de Marketplace. Quedaron encontrarse en la esquina de Avenida Constitución y Della Paolera. Finalmente, se encontraron y, en el momento en el que intercambiaban la ropa, una camioneta se frenó y la secuestró.
En una entrevista con La Mañana por C5N, la mujer reveló tras rescatar a su nieta que “estoy muy mal porque por Instagram la novia del detenido me está instigando, poniendo fotos de mi nena para que todos la vean".
“Hay un solo detenido, ayer vinimos al juzgado y estaba gente de donde ella estaba secuestrada. Se tuvo que ir, nos tuvimos que proteger. No tenemos respuesta de nada hoy”, agregó.
Abuela mar del plata
Fabiana, de 68 años, brindó detalles de como hizo para recuperar a la joven de 17 años que estuvo casi un mes secuestrada en un edificio de Mar del Plata.
La primera acción que hizo para poder salvar a la joven de 17 años fue “por medio de una amiga de ella que había ido al edificio y mi nena le pidió que por favor me avisaran que necesitaba ayuda. Así empezó toda la historia”
“De la policía no tuve nunca una respuesta, decían que era un capricho adolescente. Ella estuvo 21 días drogada, ejercía la prostitución. Estuvo dos semanas encerradas adentro de un edificio. Después una vez que le tuvieron confianza la dejaron salir a la calle, la controlaban por medio de un celular donde estaba con el cliente y bueno”, explicó en C5N.
Fabiana explicó que ella mantenía comunicación con su nieta, "pero no era ella, era otra persona que se hacía pasar por ella y me escribían desde su teléfono celular. Nunca hablaban siempre era todo por escrito”.
“Saque fuerza de donde sea. Actué sola, con un hermano que gracias a él me ayudó que justo estaba estaba en la esquina. Ya la estaban esperando para que llegara el cliente. La vendían por $20 mil", concluyó.