El doble juego de Jorge Fontevecchia: entre la libertad de expresión y la violencia mediática

Tapas violentas, notas polémicas e investigaciones escandalosas. A través de los años, el periodista y dueño del grupo Perfil, Jorge Fontevecchia, se movió entre el escándalo y los ataques a distintas instituciones y símbolos de la democracia desde las tapas de la revista Noticias.

Varias de esas publicaciones fueron denunciadas por los agravios y humillaciones simbólicas hacia mandatarios, jueces, empresarios, organizaciones de derechos humanos y también periodistas, que fueron blanco de distintas formas de violencia mediática.

Esas expresiones motivaron pronunciamientos de distintos organismos, entre ellos el ahora desaparecido Inadi, que determinó que en una de las portadas “el mensaje contiene violencia simbólica y, por lo tanto, es discriminatorio”.

El organismo se refirió a la portada "La rebeldía hueca", dedicada a la conductora Viviana Canosa, en la que explicaba que "dicha violencia se ejerce a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos que transmitan o reproduzcan dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer a la sociedad”.

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Políticos y empresarios fueron y son blanco permanente de la violencia mediática.

También el Programa de Género de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) expresó su preocupación con relación a "un reiterado ejercicio de violencia mediática contra las mujeres", en su momento a través de la imagen de tapa de la revista Noticias de diciembre de 2015, titulada “El Pacto”, donde "se ficcionalizaba una escena de la inquisición con la imagen de la ex presidenta Cristina Kirchner sobre las llamas de una hoguera, rodeada de monjes varones que representan a personajes masculinos del mapa político actual".

Esa tapa de Noticias fue repudiada por organizaciones de periodistas, editores de diarios regionales y también por dirigentes políticos oficialistas y opositores, ante lo que constituía “el desprecio por la política, el odio visceral a una corriente política y sus tradiciones, y por sobre todas las cosas el odio y el desprecio a una mujer por el hecho de serlo”.

En el mismo sentido, la empresa periodística le dedicó a la exmandataria otras tapas recordadas por sus lamentables mensajes como “El goce de Cristina”, en el que señalaba que la exmandataria “cada día se muestra más desenfadada, más sensual y hasta con guiños procaces” o “El negocio de pegarle a Cristina”, en el que aparecía con distintos golpes en su rostro. Del mismo modo fueron duramente cuestionadas por su violencia simbólica.

Sin embargo, la publicación continuó con sus tapas provocadoras hacia otros presidentes, jueces, empresarios, referentes de derechos humanos y hasta conductores de televisión. De hecho, en los últimos días dedicó su portada a escrachar a un grupo de periodistas que, a su entender, son “El nuevo periodismo militante”.