Ante el repentino temporal que sorprendió a la Ciudad de Buenos Aires este martes, el Aeroparque Internacional Jorge Newbery activó el protocolo de seguridad, que derivó terminó en cancelaciones y reprogramaciones de vuelos a pocas horas de la Nochebuena y de Navidad.
Poco después de la suspensión del paro de controladores aéreos, la lluvia intensa acompañada de actividad eléctrica provocó que las autoridades del aeropuerto activaran los protocolos que prohíben la carga de combustible y el movimiento de aeronaves en pista.
Esta medida afectó tanto a las partidas hacia el interior del país como a los arribos programados para este martes por la tarde. El malestar en las salas de embarque se incrementó debido a la cercanía de las fiestas de fin de año y algunos reclamos llegaron a X.
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El fenómeno meteorológico fue tan repentino que tomó por sorpresa a los servicios de rampa. Además, la visibilidad se redujo a pocos metros en la zona de la Costanera, obligando a los pilotos a mantener las aeronaves en posiciones de espera o desviarlas a aeropuertos alternativos como Ezeiza, que también opera con demoras.