La Sala N°4 de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional lleva a a cabo la audiencia sobre el crimen de Diego Fernández Lima, luego de que la familia del joven y el fiscal Martín López Perrando apelaran el sobreseimiento de Cristian Graf, acusado en la causa por encubrimiento y supresión de evidencia.
Sin la presencia del principal sospechoso, tal como confirmó su abogado, el proceso se reactivó tras el fallo del juez Alberto Litvack, quien había dictaminado el sobreseimiento de Graf por “inexistencia de delito”, basándose en el inciso 3 del artículo 336 del Código Penal, que establece que un hecho queda excluido cuando no encuadra en figura legal.
“El hecho investigado no encuadra en una figura legal”, explicó. Sin embargo, frente a dicha resolución, Javier Fernández Lima, hermano de la víctima, en conjunto con el fiscal López Perrando decidieron apelar la decisión.
El fiscal acusó a Graf de encubrir el hallazgo de los restos del adolescente que tenía 16 años al momento de su desaparición. La causa por el crimen estaba prescrita por el paso del tiempo, por lo que si en esta audiencia se sostiene, la familia de la víctima y el fiscal deberán apelar a un tribunal mayor.
Previo a la audiencia, el letrado Martín Díaz dijo que su defendido “está tranquilo” ya que “es incapaz de matar a una mosca”. “Sabe que de nuestro lado está la verdad y nunca dudamos de esta inocencia”, remarcó. “Acá hubo una historia mal contada por el fiscal donde lo ubican como un villano a Graf y a todo su núcleo familiar”, señaló la defensa.
Cómo fue el misterioso caso de Diego Fernández y el hallazgo que reabrió el expediente
Diego Fernández Lima fue visto con vida por última vez el 26 de julio de 1984, después de regresar del colegio, almorzar en su casa y pedir dinero para viajar en colectivo.
Cuarenta y un años más tarde, sus restos y objetos personales fueron encontrados en el patio de un chalet alquilado por el músico Gustavo Cerati entre 2001 y 2003, entre la casa que pertenece a Cristian Graf, principal acusado y quien fue compañero de la víctima fatal.