Hay una razón por la cual la primera película de Iron Man aparece y desaparece de todos los servicios de Streaming, incluyendo Disney Plus: la casa del ratón más famoso del mundo no levantó el Universo Cinematográfico de Marvel, sino que fueron ellos solos con la ayuda de la Paramount. Cuando la saga elevó el valor de sus personajes, Disney hizo una propuesta rotunda y se quedó toda Marvel Entertainment por 4 mil millones de dólares. Una fortuna. ¿Lo más loco? Los Vengadores, los mutantes y hasta los cuatro fantásticos estaban disponibles a precio de saldo diez años antes.
A raíz del brutal éxito en taquilla de Black Panther y con vistas a cómo se estaba encauzando todo el megaproyecto de películas hacia Vengadores: Infinity War, el diario The Wall Street Journal recordó en el año 2018 los auténticos inicios del UCM. No los originados a partir de las primeras películas o la Fase 1, sino cuando en a finales de la década de los 90s la propia Marvel afrontó una muy sonada bancarrota y, para amortiguar el golpe y salir al paso, decidió ofrecer los derechos cinematográficos de todos sus personajes.
Qué sucedía con Marvel en el fin de los 90 y cómo cambió la visión económica
En cuanto a las cifras, a finales de los 90, lo que sucedía con Marvel es que si ponías sobre la mesa 25 millones de dólares tenías barra libre de películas con prácticamente todos los personajes de Marvel. No todos, pero la mayoría de los grandes. Un trato así hoy sonaría de locos, que conste. De hecho, esa misma cantidad fue la que Jim Carrey se metió en el bolsillo por prestarle su cara a un pez en una película tan ridícula que jamás se terminó ni estrenó. La otra realidad es que en aquel momento hasta los personajes más emblemáticos de la Casa de las Ideas estaban de capa caída. Bueno, todos no.
Tal y como relatan en el Journal, en el año 1998 se produjo el acuerdo por el cual Sony compró los derechos cinematográficos de Spider-Man. La cantidad que pagó: unos míseros 7 millones de dólares, pero es que podría haber adquirido a casi todos los demás personajes de Marvel por los referidos 25 millones. Es decir, pagando 18 millones de dólares más. ¿Por qué no pagar algo más y sumar a Thor, o a Iron Man? Según múltiples fuentes, además de la referida, ocasiones, la postura de Sony fue clara: "A nadie le importan los demás personajes de Marvel".
Disney Sony
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Invertir en cine de superhéroes no era un disparate, que conste, pero había que hacerlo bien. Aquel mismo año Warner fracasó al internar traer de vuelta a Superman, pero no mucho antes DC ganó todo lo que quiso con la saga cinematográfica de Batman iniciada por Tim Burton. Mientras tanto, un antihéroe tan atípico como Blade llegaba a las salas de cine y casi (casi) inicia su propio UCM cuando todo aquello no tenía dueño. Sin embargo, en la vida a veces las cosas pasan por algo.
Está claro que la trilogía de Spider-Man de Sam Raimi y la saga de los X-Men de FOX tuvieron un excelente impacto no solo entre la audiencia, sino a nivel de taquilla. La otra realidad es que Marvel se había cansado de malvender los derechos y encontrarse sorpresas y decepciones con personajes clave como Daredevil, el Motorista Fantasma, Elektra o Punisher.
Así, en septiembre de 2005 la gran Marvel Enterprises cambió su nombre a Marvel Entertainment para reflejar la expansión de la corporación hacia la financiación de su propia programación de películas. La piedra angular de ese proyecto: la película de Iron Man.
Muchos se quejaron de cómo Marvel Studios evolucionó tras Vengadores Endgame, pero es cierto que da escalofríos al pensar qué habría pasado si los responsables de los fracasos del Sony's Spider-Man Universe o de las películas sueltas previas a Marvel Studios hubiesen tratado de cimentar el UCM. Por suerte para todos los fans de los superhéroes, nadie en Hollywood pagó la miseria de 25 millones que pidió Marvel por usar a todos sus personajes en 1998.
Spider-Man Brand New Day
Marvel Studios