El próximo 16 de abril el Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal (CPACF) elegirá nuevas autoridades en una contienda en la que la actual vicepresidenta, Patricia Trotta, enfrentará al titular de la institución, Ricardo Gil Lavedra. Se tratan de elecciones de gran importancia para la política nacional dado que el Colegio es uno de los principales bastiones desde donde es posible incidir tanto en el Consejo de la Magistratura porteño así como también ante el Poder Ejecutivo de la Nación.
Patricia Trotta es referente de Abogados del Fuero, una agrupación que fue clave para que Gil Lavedra ganara las elecciones en el 2022, pero la coalición, que venía con diferencias en cuanto a la representación de los abogados, terminó de romperse en febrero cuando el presidente del Colegio guardó silencio ante el DNU 70/2023 de Javier Milei, que según denuncian desde amplios sectores, atenta contra los intereses de la abogacía. Esa situación le valió al excamarista radical numerosos reproches por no haber litigado contra el decreto en defensa de sus representados.
Además, desde Abogados del Fuero, que preside el Dr. Nahuel Altieri, comenzaron a detectar que la mayor parte de quienes ejercían roles de liderazgo dentro del Colegio comenzaron a asumir cargos políticos dentro del gobierno libertario, situación podría ser incompatible con la función. Cuando Trotta comenzó a manifestar sus diferencias con el rumbo que tomaba la presidencia del Colegio, en la que están representados una confluencia de intereses diversos como la UCR, el PRO, un sector de la UBA, el angelicismo, estudios tradicionales y representantes libertarios; comenzó a ser marginada de la gestión.
Esa situación fue gestando el malestar que terminó con la ruptura del espacio y la conformación de nuevas alianzas para disputar la conducción del Colegio. Ante esa situación, este lunes se anunció un acuerdo transversal y apolítico entre Abogados del Fuero, Gente de Derecho y junto a varias agrupaciones de abogados y abogadas independientes, para disputar la presidencia con el objetivo común de defender las incumbencias profesionales de los abogados y la Constitución Nacional.
En diálogo con C5N, Trotta contó los motivos de su alejamiento de Unidad en Defensa de la Abogacía, denunció los vínculos de Gil Lavedra con el Gobierno Nacional y pidió recuperar el Colegio para que esté al servicios de los abogados y abogadas.
PERIODISTA: ¿Cuáles son los hechos que motivaron la ruptura de Abogados del Fuero con Unidad en Defensa de la Abogacía y los motivos que te llevaron a la lanzar tu candidatura a la presidencia en el Colegio de abogados?
Patricia Trotta: Tuvimos que romper con la lista de Unidad, con la que fuimos muy ilusionados para ver si podíamos trabajar por todos los colegas de la matrícula, porque nos dimos cuenta rápidamente que ésta es una gestión que solamente mira para arriba, mira la política y no al colega. No está velando por los intereses de la abogacía sino por intereses políticos. En la actualidad, en el gobierno del Colegio de Abogados hay funcionarios del actual Gobierno. Eso no está ni bien ni mal porque cada uno puede trabajar donde quiera, lo que está mal es que además de trabajar en una función pública se trabaje en el Colegio de Abogados porque eso es algo totalmente incompatible. Nosotros sospechamos fuertemente que la inacción del Colegio de Abogados para defender las incumbencias de la abogacía tiene que ver con esta unión con la política. No importa a qué partido político pertenezcan, el Colegio de abogados tiene que tener un representante de la abogacía, de los colegas, de los abogados y las abogadas, nunca de la política. Hay que defender a la abogacía contra cualquier político que se manifieste en contra de nuestras incumbencias, ya sea de un partido o de otro. Uno en la intimidad puede pensar ideológicamente lo que quiera pero como funcionario del Colegio tiene que defender nuestras incumbencias, nuestros honorarios y no permitir que nos roben las sucesiones y los divorcios como plantean las reformas que se pretenden en este Gobierno. El lobby de los escribanos es muy fuerte y pretende sacarnos a los abogados las sucesiones y los divorcios. Eso desde el colegio de la abogacía no lo podemos permitir.
P: ¿Sentis que hubo una traición por parte de Unidad en Defensa de la Abogacía y de Ricardo Gil Lavedra con sus representados?
PT: Yo creo que es, cuando menos desleal porque el doctor Gil Lavedra firmó en 2013 un proyecto de ley donde se establecían las sucesiones a través de la escribanías, lo que se conoce como Sucesión notarial. Es cierto que en el 2013 Gil Lavedra todavía no era el titular del Colegio, pero hoy, como presidente tiene que estar al frente de la lucha para proteger nuestras incumbencias y no lo está. El Colegio no ha presentado ninguna acción legal ni ha participado institucionalmente en ninguna acción en defensa de los abogados y las abogadas. Entonces, qué curioso, es compatible esta actitud actual del doctor Gil Lavedra con aquella que tuvo en el 2013.
P: Cuando decidiste romper con el oficialismo ¿Hubo reprimendas contra tu persona y tu espacio?
PT: Si, durante todo el transcurso del vínculo con Unidad se nos pidió silencio y acatar las órdenes de la lista, a lo cual nosotros dijimos claramente que habíamos llegado al Colegio para defender a los abogados y las abogadas en su ejercicio profesional, Nosotros no venimos de la política partidaria, solamente tenemos una participación en la política abogadil y para eso estamos ahí, para defender a los abogados y abogadas. Nosotros no miramos para arriba porque no tenemos jefes, simplemente miramos al costado para ver qué es lo que necesita el abogado común. De hecho fui la única persona del Colegio Público que en estos dos años recorrí los juzgados. Fuimos nosotros los insistimos para que salga el TAO para hacer los oficios a la AFIP y los que armamos un petitorio de más de 400 firmar para pedir la suspensión de plazos procesales para parir. Hicimos un trabajo enorme casi te diría en soledad porque no fuimos apoyados por la conducción del Colegio.
P: El DNU de Milei representa una amenaza para los abogados. ¿Por qué el Colegio no presentó ninguna acción legal para oponerse al mismo?
PT: Yo creo que el Colegio tiene hoy una conducción con fuertes intereses en la política que está descuidando los intereses de la abogacía. Si yo estoy comprometido con la política no puedo defender los intereses de los abogados y las abogadas. Nuestra agrupación, Abogados del Fuero, es una agrupación de base, de abogados que viven de la profesión y por lo tanto defiende los intereses de los abogados porque no tiene compromisos políticos. En ese sentido, Abogados del Fuero tiene una unidad de concepción en cuanto a la defensa del abogado al igual que Gente de Derecho. Ambas agrupaciones coincidimos en que lo primero es la defensa del colega. Somos agrupaciones que miramos lo que necesita el colega y el par. En cambio Unidad en Defensa de la Abogacía, que es una unidad de partidos políticos, siempre mira para arriba. No puede ver lo que necesita el colega porque recibe órdenes de la política. Nosotros no. Nosotros no recibimos órdenes de nadie sino que estamos para escuchar lo que le pasa a los pares, a los abogados y abogadas que necesitan la defensa del Colegio. Somos una unión de abogados y abogadas independientes.
P: ¿Cuál es la explicación que dio Gil Lavedra para justificar su decisión de no oponerse al DNU y la Ley Ómnibus?
PT: El doctor Gil Lavedra en el Consejo Directivo nos informó a todos los consejeros que él había decidido no iniciar ningún tipo de acción legal contra el DNU porque estaba convencido que era una acción que iba a salir perdidosa para el Colegio y que por lo tanto el Colegio iba a tener que pagar las costas. Nosotros le respondimos que en primer lugar, como somos todos abogados, con esa inquietud nunca haría nadie ningún juicio. Para nosotros lo más importante era dar la batalla en defensa a la abogacía, por eso le pedimos que no tomara esa decisión solo sino que lo consultara con todo el consejo. Nosotros preferíamos intentar la defensa del abogado y aún con el riesgo de perder y tener pagar costas. En el caso de ser condenados a pagar costas nosotros preferíamos pagar costas de un juicio perdido en defensa de la abogacía y no, por ejemplo, en el alquiler de una pochoclera que al Colegio le salió un millón de pesos. Es decir, el Colegio tiene que elegir en qué gastar la matrícula que pagan todos los colegas. Yo creo que hay que darle prioridad siempre a la defensa del matriculado, del colega y del abogado. No se puede gastar el dinero en tonterías y después decir alegremente "no presentó una acción legal para la defensa de los abogados y las abogadas porque eso me va a salir un dinero". Además, en general en estas acciones se regulan "costas por su orden", es decir que el colegio no tenia nada que pagar o que el Presidente podría haberse presentado como amicus curiae en alguna de las acciones iniciadas que no le generaba costas y tampoco lo hizo.
P: ¿Cómo es el tema de la pochoclera?
PT: En el mes de enero y febrero el Colegio hizo unos eventos para niños y niñas, nietos o hijos de los abogados, donde se gastó aproximadamente un millón de pesos en alquilar una pochoclera. Eso fue lo que se dijo en el Colegio y que nunca fue desmentido por el oficialismo. Nosotros creemos que se puede gastar dinero en el divertimento de los abogados y abogadas pero también en la defensa de la profesión y la abogacía porque de eso vivimos quienes después tenemos que pagar la matrícula, los bonos de actuación y demás. Es decir, creo que hay que darle prioridad siempre a la defensa de la abogacía que hoy está en peligro. Claramente hoy es un momento de seria amenaza a nuestras incumbencias y el Colegio, con la conducción actual, no está a la altura de las circunstancias.
P: ¿Es cierto que el Gobierno le ofreció a Gil Lavedra ser embajador en España?
PT: Escuché los rumores, nada más. Así que no lo puedo afirmar. Pero fuera así la suya sería una candidatura testimonial. No sería honesto para la matrícula que alguien se presente como candidato a ser presidente de todos los abogados y las abogadas y al mismo tiempo esté pensando en ocupar un cargo público en una embajada en el extranjero. Además sumaría más inacción del Colegio en la defensa de todos los abogados y las abogadas.
P: ¿Qué expectativas tienen con las elecciones del 16 de abril?
PT: Nosotros estamos esperanzados en que el abogado que piensa como nosotros, que piensa que necesita un Colegio que los defienda, que les de servicios, pero que también salga a combatir los ataques a la abogacía de cualquier partido político nos apoye. Merecemos un presidente que no esté comprometido con ningún partido político para que pueda honestamente salir a defenderlos. Yo siempre digo que el gobierno actual está muy comprometido con muchos intereses de la Justicia. Nosotros, si bien somos muy respetuosos de Justicia, pensamos que la abogacía no está para defender jueces si no que está para defender abogados. El día en que la Asociación de Magistrados salga a defendernos porque nos dicen caranchos ahí vamos a ver si salimos a defender a los jueces. Mientras tanto vamos a respetarlos como se merecen, pero que el Colegio de Abogados está para defender la abogacía y no a los jueces.
P: En las últimas elecciones hubo poca participación del padrón ¿Qué le dirías a los abogados y abogadas para que vayan a emitir su voto?
PT: El Colegio tiene 120 mil matriculados y los activos son 90 mil. Sin embargo en las últimas elecciones participaron cerca de 18 mil abogados y abogadas. Es por eso que los invito a todos a participar el 16 de abril en las votaciones del colegio, de 8 a 18 horas, porque esto es ni más ni menos que una cruzada. Tenemos que salir de la comodidad de la virtualidad y de las pantuflas e ir a votar porque de eso depende la protección de nuestro laburo, de que podamos seguir poniendo la comida en el plato de nuestras familias. Si no vamos a votar, después no nos podemos quejar de que nadie cuida nuestras incumbencias. Les pido de corazón a todos los abogados y las abogadas se tomen el trabajo de venir a votar porque de eso depende que podamos seguir viviendo de nuestra profesión. No es un tema menor.