Poco más de seis meses pasaron de aquel 12 de marzo en que una masiva marcha en el Congreso terminó en una brutal represión que tuvo como consecuencia el brutal ataque a Pablo Grillo, en el que casi pierde la vida por un disparo negligente de un gendarme que impactó en su cabeza. En el Día del Fotógrafo, C5N recorrió la escena junto a su padre, Fabián Grillo, quien todavía aguarda por su recuperación y sigue los pasos de la causa a la espera de una resolución desde la Justicia.
"Fue a 40, 50 metros nada más. Es mentira lo que dijo Patricia Bullrich sobre que no se veía. Las imágenes de los drones, incluso de las cámaras de Nación y el aporte de otros colegas, muestran que la visibilidad era absoluta", explica Fabián. Durante los primeros días de septiembre, incluso, se comprobó que el gendarme Héctor Guerrero, identificado como quien disparó contra el fotógrafo, había incumplido el protocolo establecido para el uso de armas de fuego.
"La fotografía busca la estética, en cambio, el fotoperiodismo se encarga de mostrar. En gobiernos como este, se encargan de pegarle al que protesta, pero también al que muestra. Es una profesión muy dura porque el compromiso hace que se tomen riesgos", agrega.
Si bien la Justicia continúa recopilando material que permitan determinar posiciones y responsabilidades de los actores, desde la familia se apoyan con material audiovisual para demostrar que lo que ocurrió fue contundente: Pablo cayó sobre la calzada inconsciente y debió ser asistido y trasladado al hospital. Hasta el día de hoy no está recuperado y podría presentar secuelas de por vida.
"La cámara está rota, se abrió, pero está rota. Creemos que le salvó la vida. No se puede asegurar, pero es muy posible que haya sido así porque el proyectil primero le pega a la cámara... las imágenes son contundentes", reconoció Fabián en la recorrida sobre la calle Hipólito Yrigoyen. Allí hoy permanece la calle quemada, producto del sillón que estaba prendido fuego y en el cual Pablo se refugió antes de ser agredido.
Pablo grillo cámara
Así quedó la cámara de Pablo Grillo
Gentileza Fabián Grillo
En ese sentido, hace poco más de seis meses que el día a día de la familia sufrió un giro de 180°, con idas y vueltas a hospitales y, sobre todo, con la responsabilidad de que el reclamo de justicia no quede impune ni nadie mire hacia al costado.
Con un dejo de emoción, Fabián afirmó que "no hay sábados, no hay domingos ni feriados, cambió nuestra rutina". Además, aseguró que "el día a día es muy duro, pero no nos queda más remedio que apoyarlo a Pablo y soportar el dolor".
Ese mismo 12 de marzo, cuando su hijo recibió el impacto, las chances de vida eran casi nulas: "Venimos de una situación muy extrema, para los médicos Pablo no sobrevivía. Era más probable que muriera, que viviera. Nos aferramos al 1% de las posibilidades y acá estamos, no queda otra".
Fabián y Pablo: similitudes, diferencias y varios amores en común
Pablo nació entre fotos gracias a la profesión de su papá. Las cámaras lo acompañaron casi toda la vida, pero no fue hasta que realizó un viaje a México, que Pablo decidió dedicarse profesionalmente.
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Pablo Grillo con su cámara de fotos.
Una cámara de regalo y una oferta de trabajo en Estados Unidos fueron determinantes para que él quisiera continuar con su pasión en Argentina y así comenzar a retratar la actualidad de nuestro país.
Aparte del innegable parecido físico, Fabián y Pablo comparten muchos otros intereses y valores. Así lo describe su papá: "Lo que nos identifica es la imagen, claramente... La militancia, la amistad y también el fútbol. Pablo organiza los viajes para ir a ver a Independiente, así que cremos el fútbol es eso, es amistad".
PABLO GRILLO
Pablo junto a sus amigos en la infancia.
Gentileza Fabián Grillo
La familia Grillo, entre el mensaje enviado por el Gobierno y el pedido de justicia
Fabián Grillo tiene claro que "la ligó Pablo, pero el disparo fue una bala adoctrinadora para toda la sociedad. Parece que te están diciendo: 'No protestés, no mostrés...' Es una necesidad para el pueblo la de reclamar".
Desde el Gobierno mantuvieron la postura de criminalizar a Pablo y de desligarse de las propias responsabilidades, por lo que su padre comentó que "hasta el momento nadie de las fuerzas de seguridad ni del Gobierno se contactó con nosotros. Las únicas comunicaciones que tuvimos fueron elípticas, solo los comunicados de Gobierno en los que culparon a Pablo y dijeron una sarta de incoherencias".
Por eso, pensando en la futura resolución de la Justicia, Fabián deseó: "Espero que se condene al cabo que disparó y de ahí para arriba a todos los que pensaron en la represión".