La Cámara Nacional Electoral informó que hasta las 17 horas había votado el 58,5% del padrón habilitado en las elecciones legislativas, una cifra que marca una menor participación en comparación con los comicios de 2023 y 2021.
Las cifras de la Cámara Nacional Electoral muestran una tendencia a la baja respecto a 2023 y 2021.
La Cámara Nacional Electoral informó que hasta las 17 horas había votado el 58,5% del padrón habilitado en las elecciones legislativas, una cifra que marca una menor participación en comparación con los comicios de 2023 y 2021.
En las legislativas de 2023, que se realizaron junto con las presidenciales, la participación a las 17hs alcanzaba el 61,5% en las PASO y el 62% en el balotaje de octubre.
Sin embargo el antecedente más comparable con la jornada de este domingo es el de las elecciones de medio término de 2021: en aquellas PASO votó el 49% del padrón y en las generales el 71%. No obstante, ese proceso se desarrolló aún bajo los protocolos sanitarios de la pandemia, lo que también condicionó la concurrencia a las urnas.
Los comicios legislativos de este domingo marcan un hito en la historia electoral argentina, ya que por primera vez en elecciones nacionales se utilizará la Boleta Única Papel (BUP). Aunque representa "un cambio significativo en nuestra idiosincrasia de votación", la expectativa de las autoridades es que su implementación "no genere mayores contratiempos, ya que se trata de un sistema muy sencillo", según explicó Sebastián Schimmel, secretario de actuación electoral de la Cámara Nacional Electoral.
El primer paso para ejercer el derecho al voto se mantiene: el elector deberá presentarse en la mesa donde está empadronado y entregar su Documento Nacional de Identidad (DNI) a la autoridad de mesa. A diferencia de comicios anteriores, donde se recibía un sobre, en esta ocasión el presidente de mesa desprenderá del talonario una única boleta, la Boleta Única Papel, ya firmada, y la entregará al votante junto con una birome.
Con estos elementos –la boleta y la lapicera– el votante deberá dirigirse a un nuevo espacio para marcar su elección: la cabina de votación, que reemplaza al tradicional cuarto oscuro y suele ser un biombo o cubículo de cartón. Es fundamental tener en cuenta que, tal como antes se hacía con el sobre, cualquier otro instrumento que no sea la boleta entregada por el presidente de mesa anulará el voto.
Una vez en la cabina, el elector debe concentrarse en la boleta, que presentará en un único papel las opciones de todos los partidos para las categorías nacionales a votar en el distrito. Por ejemplo, en el caso de la provincia de Buenos Aires, donde se eligen únicamente diputados nacionales, la persona deberá hacer una única marca en uno de los 15 casilleros posibles que contendrá la BUP.
La marca que se realice debe ser bien clara respecto de la intención de voto. Puede ser una cruz, un tilde o cualquier otra señal que no dé lugar a ambigüedades. Schimmel enfatizó que "lo único que debe hacer el elector es realizar esa cruz, o bien no hacer ninguna marca si desea votar en blanco" en esa categoría. Si realiza dos o más marcas en la misma categoría, o si rompe o raya la boleta, el voto será considerado nulo.