El Gobierno le pidió este sábado a los ciudadanos argentinos que están en Siria que "abandonen el país a la mayor brevedad posible" ante el agravamiento de la guerra en el noroeste del territorio de esa nación musulmana.
Es por la escalada bélica en el noroeste de esa nación musulmana. La Cancillería también emitió una serie de recomendaciones para quienes decidan quedarse. Por primera vez, varios grupos rebeldes locales controlan ya toda la provincia de Daraa, a menos de 20 kilómetros de Damasco.
El Gobierno le pidió este sábado a los ciudadanos argentinos que están en Siria que "abandonen el país a la mayor brevedad posible" ante el agravamiento de la guerra en el noroeste del territorio de esa nación musulmana.
"La Cancillería informa a los ciudadanos argentinos que el conflicto en el noroeste de Siria se ha agravado deteriorándose la situación de seguridad", manifestó el comunicado de prensa.
En ese marco, el Ministerio de Relaciones Exteriores le recomendó a los ciudadanos argentinos "evitar todo viaje a Siria y abandonar el país a la mayor brevedad posible mientras las aerolíneas comerciales están aún operativas".
La Cancillería también emitió una serie de recomendaciones para quienes decidan continuar en el país de Medio Oriente como "extremar precauciones y estar atentos a la evolución de la situación de seguridad" y "seguir alertas e instrucciones que emitan las autoridades".
Además, la cartera que conduce Gerardo Werthein indicó a los argentinos en Siria que se informen "a través de los canales de comunicación oficiales, Cancillería y la Embajada en Siria" y "comprobar vigencia y buen estado de documentos identificadores y de viaje".
Según confirmó a la agencia AFP Rami Abdel Rahman, director de la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), varios grupos rebeldes locales controlan ya toda la provincia de Daraa, a menos de 20 kilómetros de Damasco, la capital.
En más de 13 años de una guerra civil que ha dejado más de medio millón de muertos, nunca las fuerzas de Bashar al-Assad -que cuentan con el apoyo de Rusia e Irán- habían perdido tantas ciudades en tan poco tiempo.
La ciudad de Daraa, situada en el suroeste, a pocos kilómetros de Jordania, era conocida como "la cuna de la revolución" cuando empezó la guerra en Siria, en 2011.
"Ahora los rebeldes controlan más del 90% de la provincia de Daraa", incluida su capital homónima, ante "la retirada sucesiva de las fuerzas del régimen", dijo el OSDH, una ONG británica con una vasta red de fuentes de información en Siria.
Desde la ofensiva lanzada el 27 de noviembre por una alianza islamista encabezada por el grupo HTS, el Gobierno ha perdido el control de Alepo, la segunda ciudad de Siria, y también Hama, en el centro del país.
Los rebeldes se encuentran a las puertas de Homs -la tercera ciudad más poblada del país ubicada a 150 kilómetros de Damasco-, donde el OSDH y residentes reportaron la huida de decenas de miembros de la minoría alauita a la que pertenece el clan Al-Assad.
En el medio de la ofensiva, el comandante rebelde Hassan Abdel Ghani trató de tranquilizar a las minorías religiosas que viven en las zonas conquistadas. "Pedimos que se tranquilicen todas las sectas (...) porque la era del sectarismo y la tiranía se ha ido para siempre", aseguró en Telegram.
El ejército sirio anunció una operación en el norte de la provincia de Homs con ayuda de "la aviación y la artillería sirio-rusa". Según el OSDH, estos bombardeos contra posiciones cerca de Homs mataron a 20 personas.