Gente que extrañamente votaría a Milei contra sus propias ideas y valores

Según los análisis, el incremento de intención de voto al candidato de La Libertad Avanza ha producido la incorporación de más gente que no comparte ni sus valores, ni sus proyectos.

Ya en los análisis que publicamos sobre “Los votantes de Milei” en las PASO observábamos que alrededor de un tercio de los mismos tenía opiniones que discrepaban claramente con los dichos y las propuestas de su candidato. Confiábamos en que el debate que se generaría en los meses siguientes estimularía a que estas personas repensaran su voto. Esto parece haber sucedido, ya que, si bien Milei sumó algunos apoyos para el 22 de octubre, también perdió una parte de sus votantes (según nuestra encuesta, no lo votó un 8% de quienes lo habían hecho en las PASO), por lo cual no logró avanzar en términos porcentuales, encontrándose con un “techo” del 30%.

Sin embargo, el escenario se ha alterado sustancialmente, en especial con la exitosa jugada de Macri para construir un acuerdo (cuyos términos secretos parecen inconfesables). Así, ha logrado incrementar notoriamente la intención de voto a Javier Milei para el balotaje. También contribuye a este aumento, la indefinición de la mayoría de la dirigencia de la cuasi-disuelta coalición de Juntos (¿?) por el Cambio. Las estimaciones que realizamos a partir de una encuesta on-line de 5.320 casos realizada entre el 28 y el 30 de octubre (ver ficha técnica en http://encrespa.web.unq.edu.ar/2023/11/03/ficha-tecnica-cuarta-encuesta-pict/), le otorgan una ventaja a Milei con algo más del 45% de la intención de voto, frente a casi 42% de Massa, con 7% de votantes en blanco y 6% de gente que dice que no irá a votar (a pesar de que la mayoría de ella sí votó el 22 de octubre). Pero el objetivo de esta nota no es detenerse en estas estimaciones, sino en analizar una de las posibles vías para modificar esta tendencia. Este cambio sería posible, dado que una de cada diez personas que hoy votarían a Milei respondió que no está segura de su voto.

El incremento de intención de voto a Milei ha producido la incorporación de más gente que no comparte ni sus valores, ni sus proyectos. Y cuando hacemos esta afirmación, no nos referimos solo a sus propuestas más extremas, de las que ahora ensaya retractarse (como la venta de órganos, de bebés o la renuncia a la paternidad que promovió una de sus diputadas electas), o de sus dichos contra el Papa Francisco (que según Milei “es el representante del Maligno en la tierra”). Por el contrario, podemos ver que una porción de sus votantes también discrepa en enfoques más estructurales de los planteos de La Libertad Avanza, como en las siguiente cinco cuestiones: la ecológica, la de género, el papel del Estado, la evaluación de la última dictadura cívico-militar y la consideración de quiénes deberían ser los socios comerciales privilegiados de Argentina.

La cuestión ecologista es uno de los temas donde hay mayor discrepancia entre Milei y sus potenciales votantes. Como el candidato de La Libertad Avanza manifestó que “el calentamiento global es otra de las mentiras del socialismo” y que “todas esas políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas”, preguntamos a la ciudadanía cuánto preocupa el cambio climático y el calentamiento global. Un 40% de quienes votarían a Milei manifiestan que le preocupa mucho, y un 32% dice que le preocupa bastante.

En otra de sus intervenciones, Milei dijo que "una empresa puede contaminar el río todo lo que quiera" y que, en todo caso, "cuando falte el agua, alguien va a ver un negocio ahí y va a reclamar los derechos de propiedad", entonces, "van a ver cómo ahí sí se termina la contaminación". Justamente por eso realizamos una pregunta para conocer si se están de acuerdo con que el Estado regule a las empresas para que no contaminen los ríos, o piensan que es algo que tiene que regular el mercado. El 67% de los votantes de Milei respondió que considera que es el Estado el que tiene que regular, un 20% considera que lo tiene que hacer el mercado, y un 13% respondió que no tiene que haber regulación.

En relación a la incidencia del género en el voto a Milei, resulta claro que la composición de sus votantes era mayormente masculina. Sin embargo, para el balotaje se han sumado cada vez más mujeres y hoy el 44% de sus potenciales votantes son mujeres y el 56%, varones. Previsiblemente, dentro de estas mujeres, el 58% respondió que no les gusta el feminismo. Sin embargo, un 9% de las mujeres que votan a Milei se sienten identificadas con el feminismo y a un 33% le gustan, al menos, algunas cosas del feminismo.

En relación al capitalismo, un 21% de quienes votarían a Milei considera que “el capitalismo solo puede traer bienestar si un Estado fuerte redistribuye las ganancias”. Lo que los ubica en clara contradicción con las propuestas de La Libertad Avanza. Cabe aclarar que, por cierto, la gran mayoría de sus votantes tiene una mirada muy favorable a las bondades del capitalismo sin requerir esta intervención estatal, pues “permite que cada uno desarrolle sus capacidades personales” (49%), o “que se enriquezca todo lo que pueda” (9%). Por otro lado, un 13% que opina que “no es bueno, pero es el único sistema posible”.

En relación a las interpretaciones de la última dictadura, los votantes de Milei tienen mayoritariamente una mirada favorable a la misma. Sin embargo, en abierto contraste con la mirada de este dirigente y de su compañera de fórmula, un 9% elige para describirla la frase “los militares implementaron una dictadura sangrienta para imponer un modelo económico que favoreció a los grandes empresarios”, y un 19% escoge la interpretación de que “los militares implementaron una dictadura demasiado sangrienta, pero es cierto que antes había una situación de caos y violencia”.

Por último, atento a que Milei planteó que rompería relaciones comerciales con China y Brasil (a quienes consideró “países comunistas”), se pidió a los encuestados que imaginaran “si fuera presidente y tuviera que privilegiar las relaciones comerciales con dos países, ¿a cuáles dos elegiría?”. Podemos ver que entre los potenciales votantes a Milei un 11% eligió como los dos socios comerciales privilegiados a estos países que Milei describió como “comunistas”. A ellos podemos agregar a un 16% que eligió uno de estos países como primer socio comercial (escogiendo como segundo a Estados Unidos, Inglaterra, los países de la Unión Europea o la India), y a un 23% que escogió a China o Brasil como el segundo socio comercial, luego de alguno de los otros países.

Los momentos preelectorales suelen estimular la reflexión personal, pero también la colectiva. Se suceden las charlas entre amigos/as, colegas, compañeros/as de estudio, familiares, vecinos/as o, incluso, acontecen intercambios en la calle, entre gente que no se conoce. Antes de las PASO estas conversaciones fueron mucho menos habituales de lo que era usual en Argentina en anteriores momentos previos a una elección. Fue, por lo tanto, un voto muy personal, sin tener que comentarlo con otros/as. Sin embargo, entre las PASO y las generales, se recrearon esos espacios de intercambio y de reflexión común, tan importantes para una vida democrática intensa, que no reduca la política a la televisión o a los videos breves que circulan por las redes sociales. Es que el intercambio también favorece una mejor autoreflexión.

Como habíamos escrito, si las personas hacían el ejercicio de reflexionar sobre qué candidato/a se acercaba más a sus propias ideas y valores, se incrementaban las chances de Massa (pues era el candidato que sintonizaba mejor con las posiciones y las formas discursivas de la mayoría) y se reducían las de Milei y las de Bullrich (pues no eran tantos quienes tenían un pensamiento fuertemente neoliberal y autoritario). Y fue esto lo que ocurrió, obviamente también impulsado por las medidas decretadas por el ministro-candidato, su excelente campaña y la pobre imagen que dieron los dos principales candidatos opositores.

Todavía queda una semana para continuar estimulando este tipo de reflexiones a fin de que, por lo menos, haya menos gente que termine votando por un candidato que, a contramano de lo que ellos/as piensan, si ganara promovería la contaminación, iría contra las conquistas feministas, reduciría a la nada al papel del Estado en la economía y la equidad social, liberaría a los condenados por delitos de lesa humanidad y destruiría la economía argentina al romper los vínculos con nuestro dos principales socios comerciales. A todos y todas nos cabe esta responsabilidad.

Javier Balsa es Investigador Principal del CONICET y Profesor titular de la Universidad Nacional de Quilmes.

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