Las fuerzas de seguridad de Brasil llevaron a cabo una megaoperación contra el narcotráfico en la ciudad de Río de Janeiro, por el cual al menos 64 personas murieron y 81 fueron detenidas. El gobernador de la ciudad carioca, Cláudio Castro, calificó la operación como "la mayor" realizada contra el Comando Vermelho y confirmó que entre los fallecidos hay cuatro policías.
En un video en las redes sociales se observa que un grupo de narcotraficantes se entregó ante las fuerzas de seguridad cuando se encontraban en el Complejo de Alemão. Algunos se encontraban tomados de la mano y otros con los brazos levantados.
El operativo se desarrolló en dos de las favelas más importantes de Río de Janeiro y participaron 2.500 agentes de seguridad con el objetivo de concretar 100 órdenes de arresto. "Se generó un enfrentamiento descomunal con los miembros del grupo narco que respondieron con barricada e incendios en las calles y ataques con drones contra la policía", señaló el periodista especializado en asuntos internacionales Gabriel Michi en C5N.
La secretaria de Estado de Polícia Civil de Río de Janeiro, confirmó en su cuenta de X que en el operativo "el criminal Thiago do Nascimento Mendes, conocido como Belão do Quitungo, fue capturado en Chatuba da Penha, Complexo da Penha, Zona Norte de Río de Janeiro. Se le identifica como miembro de la comunidad de Quitungo, en la misma región".
Por su parte, el estado de Río de Janeiro señalaron que "todas las fuerzas de seguridad están en alerta mientras se realiza la operación integrada en los complejos Alemão y Penha. Las unidades están centrando su atención en las principales vías y lugares con mayor concentración de personas".
Guerra contra el narcotráfico en Brasil: las claves del megaoperativo en Río de Janeiro
Río de Janeiro atraviesa una de las jornadas más violentas de su historia. Un operativo policial a gran escala, ordenado por el gobernador Cláudio Castro, dejó 64 muertos (60 presuntos delincuentes y 4 efectivos) y 84 detenidos, según datos oficiales. El despliegue, dirigido contra organizaciones narco , provocó el cierre de avenidas, la suspensión de servicios de transporte y el cierre de comercios, con más de 200 mil residentes afectados en distintos barrios de la ciudad.
“La ciudad está conflagrada”, describió el periodista Lucas Rocha, corresponsal en Río de Janeiro, en diálogo con Argenzuela por C5N. “Cerraron avenidas. Tenemos una situación de conflagración social que fue organizada por el gobernador. Hacer el operativo de la manera que fue hecha fue un intento de operación electoral. Un plan político del gobernador Claudio Castro para lograr su elección como senador de la república”, denunció.
La acción, dirigida contra células del Comando Vermelho (Comando Rojo), incluyó enfrentamientos en múltiples favelas y el despliegue de vehículos blindados. Sin embargo, según Rocha, “no hubo motivos claros para realizar los operativos en esos barrios” y advirtió que “fue una operación desastrosa del gobierno de Río de Janeiro”.
“Operativos como este nunca traen éxitos. No es exitoso tener esta cantidad de muertos, que todavía no se saben quiénes son. Ya pasó en varias oportunidades que decían que habían matado a narcos y cuando los fuimos a ver eran civiles”, agregó el periodista.
La magnitud del operativo generó un éxodo temprano de trabajadores y un clima de temor generalizado. “La población tiene miedo de salir a las calles. Las personas salieron más temprano de sus trabajos y volvieron a sus casas porque no se sabe qué puede pasar en las próximas horas y días”, relató Rocha.
El operativo reavivó el conflicto político entre Cláudio Castro y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El gobernador de Río, alineado con el Partido Liberal (PL) y cercano al bolsonarismo, acusó al gobierno federal de “negar apoyo” frente al avance del crimen organizado. “Río está solo”, declaró Castro tras los enfrentamientos.
Desde Brasilia, la respuesta fue inmediata. Fuentes del Ministerio de Justicia desmintieron al gobernador y aclararon que nunca se solicitó asistencia federal para el operativo del martes. También recordaron que, en ocasiones previas, Castro recibió respaldo logístico y operativo cuando lo pidió formalmente, incluyendo el traslado de presos a cárceles federales y apoyo aéreo.
Para Rocha, el trasfondo del operativo va más allá del crimen organizado. “Este operativo puede explotar una ola de violencia que no estábamos viviendo. Río no tenía una situación pacífica, pero tampoco un escenario de conflicto como el que podemos llegar a ver en los próximos días”, advirtió.
El periodista también cuestionó la falta de estrategia a largo plazo: “Es necesario que enfrentemos el crimen organizado, pero con otras formas. Es inexplicable que un dron sea utilizado para atacar a la policía. ¿Cómo llegó esa tecnología a los grupos criminales? El problema es anterior a estos operativos, pero la respuesta no es la más correcta”.