Venezuela: la oposición denuncia la detención de otro de sus dirigentes

La oposición denunció que el dirigente político Ricardo Estévez, referente de Vente Venezuela, el partido de centroderecha liberal-republicano que lidera María Corina Machado, fue detenido al salir de su casa ubicada en el barrio de El Cafetal, en Caracas.

Al parecer, dos camionetas negras sin identificación interceptaron a Estévez, lo sacaron de su vehículo y se lo llevaron detenido sin dar explicaciones, según informaron algunos medios en redes sociales.

La detención de Estévez se da en el marco de una serie de protestas impulsadas desde la oposición en disconformidad con el resultado de las elecciones presidenciales del domingo.

Freddy Superlano, el primer dirigente opositor detenido

En medio de masivas protestas sociales, desde la oposición denuncian que grupos paramilitares secuestraron al exdiputado, y principal dirigente opositor al gobierno de Maduro, Freddy Superlano cuando salía de su casa en pleno centro de Caracas.

"Debemos denunciar responsablemente al país que hace escasos minutos fue secuestrado nuestro Coordinador Político Nacional Freddy Superlano. Alertamos a la comunidad internacional sobre una escalada represiva de la dictadura de Nicolás Maduro contra los activistas de la causa democrática, que reclamamos pacíficamente la publicación de los resultados electorales que dan como ganador de forma abrumadora a nuestro presidente electo", publicó la cuenta de X (antes Twitter) de Voluntad Popular.

"Es una persona importante no solamente porque fue exasambleista, exdiputado, sino porque declinó su candidatura, la del partido Voluntad Popular en las primarias presidenciales, en favor de Maria Corina Machado, en ese momento le dió su total apoyo y decidió retirar su candidatura", informó la periodista de C5N Agustina Rivas en el programa La Mañana.

En un video filmado por un ciudadano, puede verse como seis integrantes del grupo paramilitar sacan de la camioneta estacionada en la puerta de su casa a Superlano y a una persona que lo acompañaba, para meterlo luego en una segunda camioneta mientras pedían auxilio. “¡Malditos! ¡Malditos! ¡Arrastrados!”, fue el grito de la persona que registró todo lo sucedido mientras ocurría el secuestro.