El presidente de Francia, Emmanuel Macron, habló ante una multitud este domingo en Champs de Mars después de imponerse en el balotaje ante Marine Le Pen y retener el poder por los próximos cinco años. Tras agradecer el apoyo, el mandatario aseguró que "este resultado es una señal a los dirigentes europeos de que hay un desafío que viene".
Ante el avance de la ultraderecha en Europa, no solo en Francia, Macron consideró que muchos ciudadanos lo votaron para hacer frente a ese aluvión. "Soy consciente de que este voto me obliga para los años venideros. Soy el depositario de su sentido del deber, de su apego a la república y del respeto a las diferencias", resaltó.
Después de un lustro de gestión, en un nación que luce mucho más convulsionada que cuando asumió, intentó dar un mensaje de unidad y con los ojos puestos en el futuro. "A partir de ahora, ya no soy el candidato de un grupo, sino el presidente de todos", señaló y aseguró que atenderá las preocupaciones de quienes no lo votaron.
Para eso, prometió "un método renovado" para conducir al país tras un primer mandato marcado por las protestas.