La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) advirtió que Irán aumentó sus stocks de uranio altamente enriquecido, semanas antes de que las potencias occidentales intenten reflotar el acuerdo de 2015 que limitaba de manera drástica su programa nuclear. Esto motivó que EEUU y sus aliados del Golfo Pérsico culpara a Irán de "provocar una crisis nuclear" y de "desestabilizar el Medio Oriente".
Según estimaciones de principios de noviembre, Irán acumula ya 17,7 kilos, aumentó su stock de uranio enriquecido al 60%, mucho más cerca del 90% necesario para preparar un arma nuclear que del 3,76% que le impuso como tope el pacto atómico JCPOA (Plan de Acción Integral), firmado en 2015 por seis grandes potencias: China, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania.
Bajo la presidencia de Donald Trump, en 2018, el país del norte abandonó el acuerdo de manera unilateral por que consideró el acuerdo insuficiente y restableció todas las sanciones contra Irán, cuyo levantamiento estaba previsto en el texto. En ese sentido, Irán se fue liberando gradualmente de las restricciones que el pacto imponía y advirtió que seguiría enriqueciendo uranio, siempre "para fines civiles".
El presidente Joe Biden manifestó volver al acuerdo y trascendió que sus negociadores participan indirectamente de la conversaciones con Irán. El objetivo es que ambas partes vuelvan a cumplir el acuerdo, Estados Unidos levantando sus sanciones a Teherán e Irán cumpliendo las limitaciones. Las conversaciones se reanudarán el próximo 29 de noviembre en Viena, Austria, después de instalarse en Teherán el nuevo Gobierno iraní del presidente ultraconservador Ebrahim Raisi.