La increíble odisea del ucraniano que huyó a pie 225 km junto a su perro

Tiene 61 años y escapó de los bombardeos junto a su inseparable terrier Zhu-Zhu. Ambos eludieron las amenazas y presiones de los rusos hasta poder llegar a Zaporiyia con vida.

El protagonista de la conmovedora historia es Igo Pedin, un hombre oriundo de Ucrania que escapó de los bombardeos de Mariupol y llegó a Zaporiyia después de caminar 225 kilómetros, junto a su inseparable perro Zhu-Zhu, un terrier de nueve años, sorteando las amenazas y presiones por parte del ejercito ruso.

Todo comenzó a las a las 6 de la mañana del 23 de abril cuando los dos huyeron de la ciudad sitiada, en las horas posteriores a la llegada de los invasores que habían comenzado a "entrar casa por casa y a disparar a voluntad".

Pedin y Zhu-Zhu trataron de ser "invisibles" para no ser vistos por los soldados rusos, pero cruzar los territorios ya tomados no fue una tarea fácil. Inicialmente recorrieron los 5 kilómetros en la periferia Mariupol, mientras encontraban cuerpos sin vida en medio de las calles, mientras, el hombre cargaba con 50 kilos en la mochila sobre la espalda.

"Salí de la ciudad, me volví y miré a Mariupol y me dije que era la decisión correcta, así que me despedí", cuenta Igor a la prensa. En el camino y después de salir de la ciudad al día siguiente, se encontraron con un puesto de control de soldados chechenos. "Me preguntaron adónde iba y luego me llevaron de vuelta a Nikolske. Dentro de una oficina, un oficial ruso me interrogó. Le mentí, le dije que tenía una úlcera de estómago y que tenía que irme a Zaporiyia porque había pagado el tratamiento. Luego me hicieron desnudarme para tatuarme, pensaron que tenía un arma debido a un moretón en la espalda", contó.

Igor fue amenazado de muerte pero, después de tomar sus huellas dactilares y tomar una foto policial, el ejército ruso lo dejó ir, le proporcionó un documento de la autoproclamada República Popular de Donetsk y hasta le entregó cigarrillos. Con el papel, Igor y Zhu-Zhu no tuvieron problemas para pasar los controles, pero en Verzhyna se repitió la escena de amenazas y registros en un chequeo en Nikolske, aunque ambos lograron sortearlo.

Antes de alcanzar la libertad, sin embargo, hubo que superar otro obstáculo. Los dos protagonistas de esta historia tuvieron que cruzar un puente que había sido destruido dejando un desnivel de 30 metros. Tras un último tramo de camino recorrido gracias, finalmente una bandera ucraniana flameó a lo lejos. Igor y Zhu-Zhu habían llegado a Zaporiyia.

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