La Casa Blanca busca contener el impacto por los correos de Epstein que salpican a Trump
Una nueva tanda de correos electrónicos del caso Jeffrey Epstein reavivó las sospechas sobre los vínculos del financista con Donald Trump y desató un nuevo frente de conflicto político en Washington. Los mensajes, divulgados por legisladores demócratas, incluyen referencias directas a encuentros entre el presidente y una de las víctimas del abusador sexual, y plantean que el mandatario “sabía de las chicas”.
Epstein, que se suicidó en prisión en 2019, escribió en uno de esos correos a Maxwell, su expareja: “Quiero que te des cuenta de que ese perro que no ha ladrado es Trump”. Luego agregó que una víctima, no identificada, “pasó horas en mi casa con él, y nunca se lo ha mencionado”. En otro correo, dirigido al periodista Michael Wolff afirmó que Trump “sabía de las chicas, ya que le pidió a Ghislaine (Maxwell) que parara”.
Los documentos fueron difundidos por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, que investiga la relación entre Epstein, su socia Ghislaine Maxwell, condenada por facilitar sus abusos, y distintos funcionarios federales. Los demócratas aseguran que los mensajes, parte de un lote de 23.000 archivos, muestran un intento de encubrimiento. “Cuanto más intenta Trump ocultar los archivos de Epstein, más descubrimos”, dijo el representante Robert García, principal demócrata del comité.
La Casa Blanca respondió con dureza. La secretaria de Prensa, Karoline Leavitt, acusó a la oposición de “filtrar selectivamente los correos” para desviar la atención de la crisis política que atraviesa el país por el cierre del gobierno, que ya lleva 43 días. “Estas historias son intentos de mala fe para tapar los logros históricos del presidente”, sostuvo Leavitt, quien insistió en que los mensajes prueban que Trump “no hizo nada malo”.
El presidente también reaccionó desde su red Truth Social: “Los demócratas intentan revivir el engaño de Epstein porque harán lo que sea para desviar la atención de su pésima gestión del cierre del gobierno. No caigan en la trampa”, escribió.
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El vínculo entre Trump y Epstein es objeto de controversia desde hace años. Fueron amigos en la década del noventa y compartieron eventos en Palm Beach, hasta que, según la versión del propio Trump, el financista fue expulsado de su club por acosar a empleadas.
Virginia Giuffre, una de las víctimas más visibles del caso, declaró en varias ocasiones que el presidente “nunca estuvo involucrado en ninguna irregularidad” y que había sido “amable” con ella.
El manejo de los archivos del caso es hoy uno de los puntos más sensibles para el gobierno. La decisión del FBI y del Departamento de Justicia de no publicar nueva documentación generó malestar incluso entre los votantes republicanos.
Mientras los demócratas insisten en que la Casa Blanca “oculta información clave”, los republicanos acusan a sus adversarios de manipular el material y omitir menciones a otros funcionarios. “El Departamento de Justicia debe publicar todos los archivos de Epstein y hacerlo ya”, exigió García.