Estados Unidos frenó la implementación del Acuerdo de Prosperidad Tecnológica, un pacto clave valuado en u$s40 mil millones de dólares con el Reino Unido, tan solo meses después de su firma. La decisión, comunicada oficialmente a Londres, se produce en medio de crecientes frustraciones de Washington por la falta de concesiones comerciales británicas en temas no tecnológicos.
Este acuerdo, presentado en septiembre de 2025 durante la visita del presidente estadounidense Donald Trump al Reino Unido, buscaba impulsar el desarrollo conjunto en sectores de vanguardia como la Inteligencia Artificial (IA), la computación cuántica y la energía nuclear civil.
La suspensión la confirmaron funcionarios británicos y la reportó inicialmente el Financial Times. Washington utiliza la pausa como una herramienta de presión para obligar al gobierno de Keir Starmer a flexibilizar normativas comerciales que considera barreras no arancelarias.
El principal punto de conflicto está en las regulaciones británicas sobre estándares alimentarios y el impuesto a servicios digitales, un gravamen del 2% sobre los ingresos de gigantes tecnológicos estadounidenses como Microsoft, Google y Apple. Estados Unidos presiona para que estas regulaciones sean eliminadas o modificadas.
De qué se trataba el acuerdo millonario que suspendió Estados Unidos
El Tech Prosperity Deal (Acuerdo de Prosperidad Tecnológica) había generado promesas de inversión de miles de millones de dólares por parte de empresas líderes estadounidenses, entre las que figuraban Microsoft y Google, destinadas a la infraestructura de IA y data centers en territorio británico.
Si bien funcionarios del Reino Unido intentaron restarle importancia a la sorpresiva acción de Estados Unidos, el congelamiento del acuerdo representa un serio revés para el gobierno de Starmer y genera dudas sobre la solidez de la denominada "relación especial" entre ambos países.
La situación tensa las relaciones bilaterales. Los desacuerdos en materia de impuestos y regulaciones comerciales ajenas al sector tecnológico fueron suficientes para poner en pausa una de las alianzas estratégicas más ambiciosas de Occidente.