Estados Unidos declaró como "grupo terrorista" al cartel colombiano Clan del Golfo

La medida se conoce en un momento en que el gobierno de Gustavo Petro mantiene diálogos con la organización para un posible desarme en el marco de su política de "Paz Total".

El gobierno de Estados Unidos designó este martes al Clan del Golfo, la principal organización narcotraficante de Colombia, como una entidad terrorista internacional. La medida se produce en un momento en que el gobierno colombiano del presidente Gustavo Petro sostiene diálogos con el grupo para un posible desarme en el marco de su política de "Paz Total".

La decisión del Departamento de Estado estadounidense tiene como objetivo principal cortar las vías de financiación y los recursos del cartel. "Estados Unidos continuará utilizando todas las herramientas disponibles para proteger a nuestro país y detener las campañas de violencia y terror cometidas por los carteles internacionales y las organizaciones criminales trasnacionales", declaró el secretario de Estado, Marco Rubio, agregando: "Estamos comprometidos a negarles financiación y recursos a estos terroristas".

El anuncio ocurre meses después de que Washington intensificara sus operaciones antinarcóticos en el Caribe y el Pacífico oriental, desplegando militares para atacar supuestas embarcaciones ligadas al tráfico de drogas. Estas operaciones provocaron la muerte de al menos 95 personas en lo que va del año, según el gobierno de Donald Trump.

A pesar de la designación estadounidense, el gobierno colombiano y el Clan del Golfo acordaron recientemente, el 5 de diciembre en Qatar, dar continuidad a las conversaciones de paz. El objetivo de estos diálogos es lograr el desarme total del grupo y la pacificación de los territorios bajo su control, como parte de la estrategia del presidente Petro para culminar con el conflicto armado interno.

Según informes de inteligencia militar colombiana, el Clan del Golfo es responsable de traficar anualmente toneladas de cocaína con destino a Estados Unidos y Europa. El grupo, que se considera a sí mismo una organización política, reclama recibir un tratamiento similar al que se les otorgó a las extintas guerrillas y los grupos paramilitares durante procesos de paz anteriores, buscando un estatus que el gobierno colombiano podría estar dispuesto a considerar.

La organización cuenta actualmente con una estructura considerable, estimándose entre 6.000 y 7.000 miembros, de acuerdo con cifras del gobierno colombiano. La designación terrorista de Estados Unidos introduce una nueva complejidad en las negociaciones de paz internas, mientras que las relaciones entre Washington y el presidente Petro estuvieron marcadas por tensiones previas, como la oposición del mandatario colombiano a las políticas de deportación de migrantes y los comentarios despectivos de Rubio, quien llamó públicamente a Petro "lunático".

TEMAS RELACIONADOS