Un grupo cada vez más amplio de directores, guionistas, actores y actrices de todo el mundo ha decidido tomar posición en el conflicto en Gaza. Más de mil cuatrocientas figuras de la industria del cine y la televisión de distintos países firmaron un manifiesto en el que se comprometen a no colaborar con instituciones ni empresas israelíes que, de acuerdo con el texto, se encuentren implicadas en políticas de apartheid o en acciones que atentan contra la población palestina.
La iniciativa fue impulsada por la organización Film Workers for Palestine, que en los últimos días hizo público el documento y anunció que el número de adhesiones crece de manera constante cada día.
Entre los firmantes aparecen nombres reconocidos de la escena internacional. Figuran cineastas como Yorgos Lanthimos, Ava DuVernay, Fernando Meirelles, Ken Loach, Joshua Oppenheimer, Adam McKay y Mike Leigh, además del músico y productor Brian Eno, conocido por su activismo político. La lista también incluye a intérpretes como Olivia Colman, Mark Ruffalo, Gael García Bernal, Riz Ahmed, Javier Bardem, Tilda Swinton, Emma Stone, Josh O’Connor, Ayo Edebiri y Lena Headey, junto con varias estrellas de Hollywood y del cine europeo y latinoamericano.
Entre los argentinos que formaban parte de la lista inicial de firmantes se encontraban los actores Cecilia Roth y Nahuel Pérez Biscayart.
Embed - Film Workers for Palestine en Instagram: " Breaking! Film workers across the globe are answering the call of our Palestinian colleagues, who urge the international film industry to “do everything humanly possible” to end our complicity in Israel’s genocide in Gaza. Already, more than 1,200 filmmakers, actors, and film industry workers have signed, including Adam McKay, Asif Kapadia, Ava DuVernay, Ayo Edebiri, Boots Riley, Cynthia Nixon, Debra Winger, Emma Seligman, Gael García Bernal, Hannah Einbinder, Ilana Glazer, Javier Bardem, Josh O'Connor, Joshua Oppenheimer, Lukas Dhont, Mark Ruffalo, Melissa Barrera, Morgan Spector, Olivia Colman, Riz Ahmed, Susan Sarandon, Tilda Swinton and Yorgos Lanthimos. The film workers pledge signals a watershed moment in the film industry for Palestinian rights. We reject silence in the face of genocide and apartheid. And we reject racism, bigotry, bullying and dehumanization. Film workers: Join the call. Click through the link in our bio to sign the pledge."
El contenido del manifiesto
El comunicado sostiene que el cine no solo entretiene, sino que también contribuye a moldear percepciones sociales y políticas. Los firmantes consideran que, en un escenario de violencia como el actual en Gaza, la comunidad artística no puede permanecer en silencio. En el texto se recuerda que la Corte Internacional de Justicia señaló que existe un “riesgo plausible de genocidio” en el territorio palestino y que la ocupación israelí ha sido considerada ilegal bajo la normativa internacional. Desde esa premisa, los adherentes entienden que manifestarse constituye un deber moral.
El manifiesto retoma el antecedente del colectivo Filmmakers United Against Apartheid, fundado en 1987 por Jonathan Demme, Martin Scorsese y otros directores que en su momento se negaron a presentar sus películas en la Sudáfrica del apartheid. Inspirados en aquella experiencia, los firmantes se comprometen a no participar en festivales, proyecciones, producciones o actividades de instituciones cinematográficas israelíes que, según afirman, estén vinculadas a la ofensiva contra la población palestina.
Aunque el comunicado se expresa en nombre de todo el grupo, algunos artistas realizaron declaraciones adicionales. La actriz Hannah Einbinder, reconocida por su papel en la serie Hacks, señaló en diálogo con Variety que la situación en Gaza resulta insoportable de presenciar. Como ciudadana estadounidense de origen judío, dijo sentirse interpelada de manera personal por el uso de fondos públicos en apoyo militar a Israel. A su juicio, en un contexto en el que los gobiernos no ofrecen respuestas, los artistas deben asumir la responsabilidad de rechazar la complicidad.
Desde Israel, la reacción no tardó en llegar. La Asociación de Productores de Israel sostuvo en declaraciones recogidas por The Guardian que los impulsores de esta iniciativa “apuntan a las personas equivocadas”, en referencia a los profesionales de la industria local que, según el organismo, no deberían ser objeto de boicot.
La carta de Film Workers for Palestine no es la primera expresión del sector cultural en este sentido. Meses atrás, un grupo de actores y directores entre los que se encontraban Joaquin Phoenix, Pedro Pascal, Ralph Fiennes y Guillermo del Toro suscribieron otra declaración en la que reprochaban el silencio de Hollywood frente a la ofensiva israelí en Gaza.
¿Llega el boicot deportivo?
Las expresiones de apoyo a Palestina no se han limitado al mundo del cine. Hace unos días, en un concierto benéfico celebrado en el estadio londinense de Wembley, el exfutbolista Eric Cantona criticó a la FIFA y a la UEFA por no suspender todavía a Israel de las competiciones internacionales.
El exdelantero francés, leyenda de su país, del Manchester United y del fútbol mundial, comparó la situación con la decisión tomada en 2022 de excluir a Rusia pocos días después de la invasión a Ucrania, y denunció una “doble moral” por parte de las instituciones deportivas.
Cantona llamó a los clubes y jugadores de todo el mundo a negarse a competir contra equipos israelíes y recordó que el boicot deportivo fue un factor determinante en el aislamiento internacional del régimen sudafricano en los años sesenta y setenta.
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La posición de Cantona se inscribe en un clamor que se está haciendo cada vez mayor, de visibilizar la condena a Israel a través de otro de los grandes escenarios globales, como es el deporte en general y el fútbol en particular.
La semana pasada, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reclamó que ni Israel ni Rusia participen en torneos internacionales mientras continúe la violencia en Gaza y en Ucrania, y dejó entrever que la Selección española de fútbol podría no participar en el próxima Copa del Mundo si lo también lo hace la de Israel.
Sus palabras se produjeron luego de que la última etapa de la Vuelta ciclista a España fuera cancelada por protestas propalestinas contra la presencia del equipo Israel-Pro Tech en la competición, con imágenes que recorrieron el mundo a través de las redes sociales. En ese momento, Sánchez argumentó que “las plataformas deportivas no pueden utilizarse para blanquear conflictos armados” y alentó a otras federaciones a abrir una discusión sobre el papel del deporte frente a estas crisis.