Donald Trump y Volodímir Zelenski se reunirán en Estados Unidos por la guerra entre Rusia y Ucrania

Según precisó este viernes el mandatario ucraniano, el encuentro con su par norteamericano estará centrado en las garantías de seguridad. Además, indicó que el plan de paz de veinte puntos "está listo en un 90%".

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski anunció este viernes que el próximo domingo se reunirá con su par estadounidense, Donald Trump, en el estado norteamericano de Florida para avanzar con las negociaciones de paz y terminar la guerra con Rusia que está próxima a cumplir cuatro años durante el próximo mes de febrero.

Según precisó el mandatario europeo en una conferencia de prensa, el diálogo estará enfocado en las garantías de seguridad para el país que fue invadido en 2022. Además, Zelenski indicó que el planteo de veinte puntos propuesto por Trum para terminar la guerra entre Rusia y Ucrania "está listo en un 90%".

"Debemos, sin duda, encontrar algún formato en el futuro cercano en el que no sólo estén presentes Ucrania y Estados Unidos, sino que Europa también esté representada", sostuvo Zelenski sobre el deseo que tiene Kyiv para que el acuerdo de paz tenga un formato más amplio en cuanto a las partes involucradas en el conflicto.

Semanas atrás, el presidente ucraniano había mantenido diversas reuniones multilaterales con los principales líderes europeos y en las que consiguió apoyos, ante la posibilidad de que Washington se inclinara por las voluntades de Rusia. Entre los encuentros sucedidos se destacaron los que tuvo los mandatarios de Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, Emmanuel Macron, Friedrich Merz, Keir Starmer y Giorgia Meloni, respectivamente.

Zelenski reveló los 20 puntos del plan de paz impulsado por Estados Unidos

Días atrás, Volodimir Zelenski reveló los 20 puntos del plan de paz impulsado por Estados Unidos para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. El plan fue acordado entre negociadores de Kyiv y Washington y luego enviado a Moscú para recibir comentarios.

El proyecto combina medidas económicas, políticas y humanitarias destinadas a sentar las bases de la posguerra en Ucrania. En materia económica, plantea un plan de reconstrucción de gran escala apoyado en fondos internacionales, que movilizarían hasta u$s200.000 millones entre capital e inversiones no reembolsables.

Los recursos estarían destinados a modernizar sectores estratégicos como la infraestructura crítica, la energía, el transporte, la explotación de minerales clave, la tecnología avanzada, los centros de datos y la inteligencia artificial. En paralelo, el documento prevé una integración progresiva de Ucrania al mercado europeo, con un calendario concreto para su futura adhesión a la Unión Europea.

Finalmente, el texto fija compromisos políticos e institucionales: Ucrania deberá convocar elecciones presidenciales en el menor plazo posible tras la firma del acuerdo, mientras que el cumplimiento de los compromisos será monitoreado por un Consejo de Paz integrado por Estados Unidos, países europeos, la OTAN, Rusia y Ucrania.

El plan prevé además la implementación de un mecanismo de monitoreo del alto el fuego y el despliegue de fuerzas internacionales a lo largo de la línea de contacto, aunque para este punto sería necesaria la aprobación del Parlamento ucraniano o la realización de un referendo.

El acuerdo también contempla garantías para Ucrania de parte de Estados Unidos, la OTAN y países europeos, que se activarían automáticamente ante una nueva agresión rusa.