El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, justificó este martes el despliegue de tropas en varias ciudades del país e instó a las Fuerzas Armadas a "prepararse para la guerra". Lo hizo durante un discurso que brindó junto al secretario de Defensa, Pete Hegseth, frente a más de 800 altos mandos del Ejército, a los que reunió en una base militar en Virginia.
El mandatario republicano reveló, además, que pidió a Hegseth utilizar las ciudades estadounidenses en las que se desplegaron tropas como “campos de entrenamiento” para los militares.
Trump y Hegseth convocaron a más de 800 altos mandos militares del país a una base en Virginia, una reunión inusual para abordar temas relacionados con las "guerras culturales" y criticar a un ejército que, según ellos, se ha "distraído con la corrección política".
La convocatoria, que reunió a mandos que volaron con poca antelación desde Asia, Europa y otros lugares, se produjo en medio de la inminencia de un cierre del gobierno federal, lo que generó cuestionamientos sobre su necesidad y el gasto asociado.
Durante su discurso, Trump, que llamó al encuentro "reparto central", criticó al expresidente Joe Biden y alabó sus políticas arancelarias y fronterizas, además de revelar su idea sobre el uso de las ciudades.
“Deberíamos utilizar algunas de estas ciudades peligrosas como campos de entrenamiento para nuestros militares”, declaró Trump en referencia a sus esfuerzos por enviar soldados a urbes nacionales.
Antes, Hegseth se había dirigido a los generales y almirantes, anunciando que endurecerá las normas de aptitud física y aseo personal, y tomará medidas más rigurosas contra la "basura woke".
El secretario de Defensa también defendió el despido de más de una docena de líderes militares, muchos de ellos mujeres y personas de color, y aseguró que los ascensos se basarán en el mérito a partir de ahora, quejándose de que antes no lo eran.
La tradición militar de mantener una postura no partidista se reflejó en el silencio casi completo de los generales y almirantes durante los comentarios de Hegseth y Trump, una reunión que no tiene precedentes recientes en su escala y que, según especialistas, corre el riesgo de politizar a las fuerzas armadas.