Cuerpos desmembrados, decapitados y acribillados: los estremecedores testimonios tras la masacre en Río de Janeiro

La Operación Contención dejó al menos 130 muertos y fue calificada como una "matanza" y un "genocidio" por vecinos de las favelas y familiares de víctimas. Denuncian torturas y ejecuciones sumarias.

La Operación Contención realizada el martes en los complejos Penha y Alemão, en la zona norte de Río de Janeiro, dejó un saldo de al menos 130 muertos y fue calificada como una "matanza" y un "genocidio" por vecinos de las favelas, familiares de víctimas y la Asociación de Residentes del Parque Proletário da Penha, tras denunciar torturas y ejecuciones sumarias. Los testimonios recogidos en el lugar apuntan a una brutalidad extrema con cuerpos encontrados mutilados, decapitados y acribillados a balazos.

Se trató de la operación más sangrienta de la historia de Brasil. La estrategia policial consistió en infiltrar las comunidades y establecer un cerco con agentes del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), bloqueando la ruta de escape de los sospechosos a través del bosque circundante, conocido como Mata da Pedreira.

Fue precisamente en el área boscosa donde se habrían registrado los enfrentamientos más violentos, junto con posteriores indicios de tortura y ejecución, según los testigos que acudieron a rescatar los cuerpos en las primeras horas. Un residente de 25 años, que prefirió mantener su anonimato, describió a Agência Brasil que ingresó al bosque a las 3 de la madrugada y la policía intentó impedir la ayuda.

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"No dejaban de disparar, de lanzar bombas de gas lacrimógeno, y muchas veces tuvimos que ponernos a cubierto. Disparaban, y nosotros nos escondíamos entre los cuerpos para poder seguir adelante", relató.

El hombre, que buscaba el cuerpo de su primo, detalló la escena de terror que vio en el bosque: "Encontramos muchos hombres muertos sin camisa, acribillados a balazos, con las manos y los dedos cortados, y también decapitados. Vi claramente una cabeza entre las ramas de un árbol y el cuerpo tendido en el suelo", declaró. Otros reportes también indicaron víctimas con la cabeza cortada a cuchilladas.

Erivelton Vidal Correa, presidente de la asociación comunitaria Parque Proletário, confirmó los indicios de ejecuciones y torturas tras coordinar la retirada de 80 cuerpos de la Mata da Pedreira. "Muchos cuerpos deformados, con perforaciones en el rostro, heridas de arma blanca, marcas de huellas dactilares, dos cuerpos decapitados, la mayoría sin rostro, ese era el estado", señaló al diario Jornal do Brasil.

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La versión de las ejecuciones se contrapone al relato oficial de "resistencia a la autoridad" en un enfrentamiento. Vecinos que participaron en el rescate aseguraron haber encontrado teléfonos celulares y accedido a mensajes de audio de las víctimas en los que afirmaban haberse rendido antes de la ejecución. "¿Viste los videos de los chicos saliendo del búnker ayer, rindiéndose? No son ni un tercio de los que se rindieron. Hubo gente que pidió perdón, se arrodilló, tiró sus rifles, pero los mataron", declaró un testigo.

Vidal Correa sugirió que la policía optó por dejar los cuerpos en el lugar para evitar que se generaran pruebas: "Si las hubieran llevado al hospital o llamado a la comisaría, se habría demostrado el genocidio. Era más conveniente dejarlas allí", concluyó.

Amnistía Internacional califica como "desastrosa" la operación en Río de Janeiro

La directora ejecutiva de Amnistía Internacional en Brasil, la médica Jurema Werneck, consideró "desastrosa" la operación policial realizada el martes en dos complejos de favelas de Río de Janeiro.

Según informó Agência Brasil, Werneck afirmó que existe desinformación sobre el supuesto éxito de la operación. "Las autoridades de seguridad pública dicen que fue una operación planificada. ¿Pero una operación con tantas muertes?", cuestionó durante una entrevista con TV Brasil.

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La directora señala que los policías desplegados no tenían "control del entorno" ni cumplieron con su "deber de proteger la vida y el patrimonio".

"Es necesario decir que esta operación no es un éxito. Es desastrosa. Cualquier persona sabe que asesinato y éxito no caben en la misma frase. El asesinato de centenares de personas. Hemos recibido noticias de miles de personas traumatizadas y que están sufriendo", señaló

Según Werneck, la operación fue un "rotundo fracaso" para el Estado y para la sociedad. "No solo para el gobernador (Cláudio Castro) y sus asesores del área de seguridad. El fracaso es para todas y todos nosotros, lamentablemente", sostuvo.

Las declaraciones de la directora de Amnistía Internacional contrastan con la evaluación del gobernador Castro. Según él, la operación fue positiva. "Dimos un duro golpe a la criminalidad y demostramos que tenemos condiciones para ganar batallas", dijo en una rueda de prensa.

Cláudio Castro, gobernador de Río de Janeiro

Para Werneck, las palabras del gobernador de Río de Janeiro "estimulan toda acción fuera de la ley", y tanto él como su equipo de seguridad pública saben que la operación fue ilegal. "Un irrespeto al derecho internacional, a los derechos humanos, a la Constitución y a toda la legislación brasileña", enumeró.

Amnistía Internacional, junto con otras entidades civiles e instituciones, está recopilando testimonios sobre la operación. Según Werneck, la información obtenida revela un caos generalizado. Ella espera que "el gobernador presente las pruebas de la corrección de la operación, del supuesto planeamiento de la acción".

Amnistía Internacional promete brindar apoyo a las personas afectadas por la operación y actuar para que haya reparación judicial y responsabilización de las autoridades. "Solo esperamos que las instituciones brasileñas cumplan con su deber. El mundo entero está observando", concluyó.

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