La Asamblea Nacional de Francia votó este miércoles a favor de la moción de censura contra el gobierno del primer ministro, Michel Barnier, por lo que será destituido del Poder Ejecutivo a tres meses de su asunción, mientras que crecen los pedidos de dimisión del presidente Emmanuel Macron.
La moción presentada por los diputados del Nuevo Frente Popular (NFP) fue apoyada por los partidos progresistas y de las formaciones de extrema derecha, obteniendo 331 de los 289 votos necesarios que marcan la mayoría.
La medida ocurrió en respuesta a la decisión del primer ministro de activar este lunes el cuestionado artículo 49.3 de la Constitución francesa para aprobar sin votación su plan presupuestario de la Seguridad Social para el próximo año, evitando así la intervención del Parlamento.
“Hay una necesidad urgente de abordar nuestra deuda presupuestaria”, sostuvo para justificar la acción, al tiempo que comentó: “No es un placer haber presentado casi únicamente medidas difíciles. Esta realidad no desaparecerá por el encanto de una moción de censura”..
Ante esta decisión, se multiplicaron las críticas de la oposición que lo acusaron de crear "caos político" y volvieron a cuestionar la legitimidad de su gobierno tras los resultados de las elecciones legislativas, en las que el bloque de izquierda NFP obtuvo la mayoría de los votos.
“Es la política de Macron la que ha perdido”, indicó Mathilde Panot, diputada y presidenta de La Francia Insumisa, quien advirtió que “la única salida es convocar unas elecciones presidenciales”.
Por su parte, la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, adelantó que su partido votará a favor de todas las mociones “sin importar su procedencia”, y sentenció: “Es el fin de un Gobierno efímero”.