El primer ministro francés, Michel Barnier, enfrenta este miércoles dos mociones de censura en la Asamblea Nacional que, salvo una sorpresa de último momento, significarán su caída después de tan solo 100 días en el poder, profundizando la crisis política que atraviesa el país.
Para tener éxito, las mociones necesitan reunir los votos de al menos 288 diputados. Los partidos de izquierda y de ultraderecha que impulsan las medidas suman alrededor de 330 legisladores, por lo que se descarta que lograrán aprobarlas. Si eso sucede, el presidente Emmanuel Macron deberá nombrar un nuevo primer ministro.
Tras las elecciones legislativas adelantadas que se celebraron en junio, la Asamblea Nacional quedó dividida en tres bloques irreconciliables (izquierda, centroderecha y extrema derecha) y sin mayorías claras. El izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) ganó las elecciones, pero Macron impulsó al conservador Barnier para garantizar la "estabilidad".
El nuevo primer ministro solo consiguió el respaldo de su propio partido, Los Republicanos (LR), y de la coalición de centroderecha de Macron. Su continuidad dependía del partido de ultraderecha Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, que le retiró su apoyo tras desacuerdos en la negociación del Presupuesto 2025.
Michel Barnier y Emmanuel Macron, primer ministro y presidente de Francia
La moción de censura afecta a Barnier, pero no a Macron.
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"Al inscribir su presupuesto en la desastrosa continuidad de Emmanuel Macron, el primer ministro solo podía fracasar", aseguró Le Pen este martes en X. Por su parte, Barnier dio una entrevista a las cadenas de televisión TF1 y France 2 donde acusó a la líder de ultraderecha de entrar en "una especie de puja" con reclamos sin fin.
Al mismo tiempo, la coalición de izquierda NFP denuncia un "presupuesto de austeridad" y critica "la ausencia de diálogo y el desprecio por el trabajo parlamentario". El primer ministro conservador, de 73 años, apeló a la "responsabilidad" de los diputados para que no tumben a su gobierno.
Si las mociones se aprueban, el gobierno de Barnier se convertirá en el más breve de la Quinta República francesa, que nació en 1958, y en el segundo en caer después del que encabezó Georges Pompidou en 1962, cuando Charles de Gaulle era presidente.