Con vientos de hasta 250 km/h, un devastador tornado destruyó el 90% de la ciudad de Rio Bonito do Iguaçu, en el estado de Paraná, sur de Brasil dejando el saldo de al menos 6 muertos y más de 800 heridos, en uno de los desastres naturales más letales que azotó la zona. Tras la tragedia que dejó a cientos de familias sin hogar ni pertenencias, C5N recorrió el área afectada a través de un centro de monitoreo, que previene robos y saqueos.
En diálogo con el programa Desafío 2025, con la conducción de Daniela Ballester, el enviado especial Alejandro Moreyra relató el drama de los que perdieron todos y pintó un panorama del día después de la tragedia: "Toda la ciudad, de 17.000 habitantes, está sin luz y sin conexión a Internet", aseguró.
Tras un diálogo con el Cabo 1º Márquez, quien lidera el centro de monitoreo de la ciudad, donde se controla a través de las imágenes de cámaras de seguridad el paso a paso en todas las esquinas: "Estamos muy preocupados en garantizar la seguridad de la población aquí, evitar saques, y también ser un punto de apoyo para algunas personas que están sin comunicación. Entonces, ellos consiguen cargar su celular aquí y tener un punto de Internet", deslizó el oficial brasileño.
Mientras continúa con la búsqueda de desaparecidos, la cifra oficial difundida por la Defensa Civil local ascendió a seis muertos y más de 800 heridos. El 90% de las construcciones resultó destruido. El tornado, asociado a la presencia de un ciclón extratropical, ocasionó daños en 704 inmuebles, arrancó árboles, postes de energía eléctrica y volcó vehículos en pocos minutos.
El secretario de Seguridad Pública de Paraná, Hugson Teixeira, señaló que ya comenzó la reparación de escuelas y centros de salud, procesos que no requieren la verificación individual de damnificados. La emergencia afectó a unas 13.000 personas distribuidas en 14 municipios del sur de Brasil: cerca de 1.000 residentes quedaron sin hogar y permanecen en refugios temporales.
Por su parte, el gobernador Ratinho Junior anunció la disposición de recursos materiales y humanos y la presentación de un proyecto que permitirá que los fondos de emergencia lleguen directamente a los afectados. “La idea es poder entregarle 50.000 reales (unos 9.380 dólares) a cada propietario que perdió su vivienda para que pueda reconstruirla”, manifestó.