La provincia de Córdoba tiene fama por sus sierras, sus ríos y sus clásicos pueblos serranos. Sin embargo, hay rincones menos difundidos que también ofrecen una experiencia distinta a quienes buscan un viaje con otro ritmo. Entre ellos, aparecen las Termas de Quicho, un punto curioso que sorprende tanto por su origen como por el entorno que lo rodea.
Lejos de los circuitos turísticos tradicionales, este espacio invita a cambiar la lógica de la escapada: en lugar de un río helado de montaña, acá la protagonista es el agua tibia que brota del suelo con propiedades minerales. Y aunque el sitio no tiene la infraestructura de complejos termales más grandes, esa sencillez es parte de su encanto, con un aire más cercano a una salida de pueblo que a un spa.
El descubrimiento de estas aguas fue pura casualidad. En los años 80, al perforar un pozo para abastecer a una escuela de la zona, los obreros dieron con corrientes subterráneas que emergían a temperaturas cercanas a los 40 grados. Desde entonces, se convirtieron en un punto de encuentro para locales y visitantes curiosos que buscaban relajarse en medio de la aridez del noroeste cordobés.
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Dónde quedan las Termas de Quicho
Las Termas de Quicho se encuentran a unos 20 kilómetros de Serrezuela, casi en el límite con La Rioja. El paisaje circundante es particular: suelo seco, cardones y, en las cercanías, la inmensidad blanca de las Salinas Grandes. Esa mezcla genera un marco singular para un baño termal que parece fuera de lugar en semejante geografía.
Qué puedo hacer en Termas de Quicho
En el predio hay dos piletas con aguas termales mesotermales, que mantienen una temperatura constante y agradable. El lugar cuenta además con sectores de parrillas y mesas, pensados para quienes quieren pasar el día completo al aire libre. También hay una proveeduría sencilla para comprar algo fresco y cortar la jornada.
Lo interesante es que no se trata de un espacio masificado ni con lujos: más bien, tiene un aire rústico y tranquilo, lo que lo vuelve atractivo para quienes prefieren escapadas relajadas sin demasiado protocolo. Es común que las familias lleguen temprano con reposeras, armen el mate y disfruten del día en un ambiente muy distendido.
Cómo llegar a Termas de Quicho
Para acceder al lugar, primero hay que llegar a Serrezuela por la Ruta Nacional 38. Una vez en la localidad, se debe tomar la calle Amado Nervo y continuar unos 25 kilómetros por un camino de tierra. Si bien el trayecto puede volverse algo polvoriento en días secos o más complicado con lluvias, el recorrido ofrece vistas amplias y un silencio que prepara para lo que viene.