El dilema entre la manteca y la margarina suele ser un motivo de debate, especialmente al considerar su impacto en la salud del corazón. Mientras que la manteca proviene de grasas saturadas de origen animal, la margarina, elaborada con aceites vegetales, contiene principalmente grasas insaturadas, que se asocian con beneficios cardiovasculares.
Sustituir grasas saturadas por insaturadas es clave para reducir el riesgo de enfermedades cardiovascular. Sin embargo, no todas las margarinas son iguales, ya que algunas pueden incluir grasas trans, lo que las vuelve menos saludables. Además, la textura y composición de las margarinas influyen en su contenido de grasas saturadas y otros nutrientes.
Su repercusión en el organismo dependerá del origen de estos productos, como así también de su presentación y del consumo responsable. Comprender las etiquetas y elegir por variedades blandas con menor contenido de grasas saturadas y sal puede marcar la diferencia en una dieta equilibrada.
Qué es mejor: comer con manteca o margarina
Desde el punto de vista de la salud cardíaca, la margarina es generalmente una mejor opción que la manteca debido a su contenido de grasas insaturadas. Estas grasas, presentes en los aceites vegetales, ayudan a reducir los niveles de colesterol total y LDL, comúnmente conocido como colesterol malo, lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares. En cambio, la manteca, elaborada a partir de crema o leche, está compuesta en su mayoría por grasas saturadas, que pueden elevar el colesterol LDL.
Pese a esto, la calidad de la margarina varía según su composición. En algunos países, contienen grasas trans, que aumentan de forma importante el riesgo de enfermedades del corazón. En los Estados Unidos, estas grasas están prohibidas, lo que garantiza margarinas más seguras. Además, la textura puede ser un indicador de su contenido graso: las más sólidas, como las de barra, suelen tener mayores niveles de grasas saturadas en comparación con las blandas o líquidas.
Para tomar una decisión saludable, es recomendable elegir margarinas blandas con menos del 10 % de la cantidad diaria de grasas saturadas y bajo contenido de sal. Este tipo de producto untable es una mejor alternativa que la manteca y puede incluirse en una dieta equilibrada con moderación.