Ni fritas ni cocidas: el secreto para que la tortilla de papa quede riquísima y más liviana

Una receta clásica con un giro distinto. Así se logra una preapración sabrosa, esponjosa y con menos grasa de lo habitual.

La tortilla de papa es de esas recetas que nunca fallan, tanto para una comida familiar como para llevar en el tupper a la oficina. Sin embargo, muchas veces queda pesada por la cantidad de aceite que se usa en la cocción. En los últimos años, varios cocineros empezaron a experimentar con técnicas más livianas que permiten disfrutar de este plato sin perder sabor.

En lugar de freír las papas, se puede optar por cocinarlas de una manera intermedia, entre cocidas y doradas, lo que mantiene la textura tierna, pero evita que absorban demasiada grasa. Este detalle, que parece mínimo, cambia por completo el resultado final: la tortilla queda más liviana, se digiere mejor y conserva ese sabor casero que tanto gusta.

El procedimiento no es complicado y hasta puede adaptarse con herramientas modernas como la freidora de aire, aunque también se consigue con una sartén antiadherente común. Lo importante es entender que la clave está en cómo se trata la papa antes de mezclarla con el huevo. A partir de ahí, el resto es pura costumbre: batir bien, controlar el fuego y animarse a dar la vuelta sin miedo.

Tortilla Papa

Truco para que la tortilla de papa quede rica y sin grasa

El secreto está en pochar las papas con poco aceite y a fuego suave, sin llegar a freírlas del todo. Otra alternativa es cocinarlas al vapor y luego dorarlas apenas en la sartén. Así se logra una textura cremosa sin exceso de grasa. Si se busca un toque moderno, la freidora de aire es un gran aliado: las papas quedan tiernas por dentro y levemente crujientes por fuera, perfectas para la mezcla con los huevos.

Truco para que la tortilla de papa quede rica y sin grasa

Ingredientes

  • 600 g de papas

  • 5 huevos grandes

  • 3 cucharadas de aceite de oliva

  • Sal al gusto

  • Opcional: cebolla, morrón o hierbas frescas

Preparación

  • Pelar las papas, lavarlas y cortarlas en cubos pequeños o en rodajas finas. Lo importante es que todas tengan un tamaño similar para que la cocción sea pareja.

  • En una sartén amplia, calentar el aceite a fuego medio-bajo. Agregar las papas y cocinarlas lentamente, apenas cubiertas, hasta que estén blandas pero no doradas. Otra opción es cocinarlas 10 minutos en freidora de aire a 180 °C con una cucharadita de aceite.

  • Batir los huevos en un bol grande, salar y, si se quiere, añadir cebolla previamente rehogada o hierbas frescas picadas.

  • Escurrir bien las papas y mezclarlas suavemente con los huevos batidos.

  • Volcar la mezcla en una sartén antiadherente ligeramente aceitada. Cocinar a fuego bajo con tapa durante 8 a 10 minutos.

  • Dar vuelta la tortilla con la ayuda de un plato y cocinar del otro lado otros 5 a 7 minutos, hasta que cuaje según el punto deseado.

El resultado es una tortilla húmeda, sabrosa y mucho más liviana, ideal para quienes quieren cuidarse sin resignar sabor. Puede servirse caliente, templada o incluso fría, siempre con ese encanto simple que la hace un clásico de la mesa argentina.

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