Las parrillas son un clásico dentro de la oferta gastronómica de la Ciudad de Buenos Aires. Turistas y porteños por igual buscan los mejores restaurantes para disfrutar de un buen asado o un bife de chorizo, pero también hay otro plato que se destaca: el pollo a la parrilla.
Aunque muchas veces se suele pasar por alto en favor de los cortes de carne vacuna, se trata de un plato que, bien preparado, queda jugoso, con la piel crocante y sabor ahumado. Es una verdadera especialidad, perfecta para compartir y acompañar con ensalada o papas fritas.
Si querés disfrutarlo la próxima vez que salgas a almorzar o cenar, estos son los mejores dos restaurantes de Buenos Aires para comer pollo a la parrilla.
Tal como lo indica su nombre en lunfardo, es un restaurante donde se puede "comer o beber hasta el hartazgo". Todas las porciones son abundantes y están pensadas para compartir. Hay minutas y platos típicos de bodegón, pero las carnes a la parrilla están entre los platos más pedidos.
Se puede pedir pechuga o pollo entero, deshuesado y cocinado a la parrilla, con una guarnición a elección (hay papas fritas, puré y variedad de ensaladas). El restaurante tiene tres sucursales: una en Avenida Álvarez Jonte 3503, en Villa del Parque; otra en Cuenca 1299, en Floresta, y la más nueva en Fragata Sarmiento 800, en Caballito.
El Progreso
Bodegón Club del Progreso, pollo a la parrilla
Club del Progreso
Este restaurante es un clásico del centro porteño: abrió sus puertas en 1852 y es el más antiguo de Sudamérica. Funciona en una hermosa casona que perteneció a la familia Duhau, y se pueden hacer reservas para cenar en el patio y jardín. Es famoso por su menú de parrillada libre.
Dentro del menú se destaca la tagliata de pollo, un plato italiano que consiste en rodajas de pechuga cocinada a la parrilla y se sirve con crema de limón y papas al pimentón. El local queda en Sarmiento 1334, a solo tres cuadras del Obelisco.