La escapada de Buenos Aires a un destino rural como pocos: es fascinante

Historia, paisajes ribereños y vida rural se combinan en un recorrido único por este partido bonaerense cercano al AMBA.

A menos de dos horas de la Ciudad de Buenos Aires, Magdalena surge como una opción diferente para quienes buscan paisajes rurales, historia colonial y contacto directo con la naturaleza. Este partido bonaerense, con poco más de 19 mil habitantes y una superficie de 1785 km², ofrece la oportunidad de vivir de cerca costumbres criollas, tradiciones gauchescas y actividades al aire libre lejos del ritmo urbano.

La historia de Magdalena se remonta a 1580, cuando Juan de Garay denominó la zona como “Valle de Santa Ana”. Décadas después, en 1611, el Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires mencionó oficialmente el “Pago de la Magdalena”. Formalmente fundada en 1776, la ciudad se convirtió en cabecera del partido en 1864, consolidándose como un centro agrícola y ganadero que mantiene hasta hoy su identidad rural.

Además de su valor histórico, Magdalena invita a recorrer playas sobre el Río de la Plata, caminos arbolados y espacios ideales para el avistaje de aves autóctonas. A esto se suman estancias históricas, ferias ganaderas y alojamientos rurales que conservan la esencia del interior bonaerense.

Atalaya, escapadas
Destino ideal para el turismo rural, Magdalena combina historia, naturaleza y costumbres gauchescas a minutos de Buenos Aires.

Destino ideal para el turismo rural, Magdalena combina historia, naturaleza y costumbres gauchescas a minutos de Buenos Aires.

Dónde queda Magdalena

Ubicada al suroeste del Área Metropolitana de Buenos Aires, Magdalena se conecta fácilmente a través de la ruta 11 (Autopista Buenos Aires-La Plata) desde La Plata, o por la ruta 36 desde Florencio Varela. Su posición estratégica permite acceder desde distintas ciudades cercanas y recorrerla en vehículo, bicicleta o transporte público.

Qué puedo hacer en Magdalena

Magdalena sorprende por la diversidad de propuestas que ofrece a quienes deciden escaparse de la ciudad. Desde pasar el día con un picnic al aire libre hasta recorrer antiguas estancias que conservan la esencia gauchesca, el partido permite descubrir el encanto del campo bonaerense en su versión más auténtica.

Entre las actividades más elegidas se encuentran las ferias ganaderas y los paseos junto al Río de la Plata, donde se disfruta de la tranquilidad del paisaje y la frescura de sus playas. Además, el avistaje de aves en el Balneario de Magdalena y en Atalaya se ha vuelto un imperdible para aficionados y expertos que buscan observar especies únicas de la región.

Por otro lado, el municipio suma un componente especial al turismo: fue declarada “Ciudad de la Divina Misericordia” por el Papa Juan Pablo II, lo que convierte a Magdalena en un destino espiritual de referencia. Para quienes planean una estadía más prolongada, existe una variada oferta de hospedajes rurales y hoteles ubicados especialmente en la zona del balneario, ideales para descansar y seguir explorando cada rincón.

Cómo llegar a Magdalena

Desde la Ciudad de Buenos Aires, el camino más habitual es tomar la Autopista Buenos Aires–La Plata (Ruta 11) y continuar por la misma ruta hacia el sur hasta llegar a Magdalena. Otra opción es salir desde Florencio Varela por la Ruta 36, también pavimentada y de fácil acceso, que conecta con la red vial del partido.

canal magdalena
Su historia colonial, que comenzó en el siglo XVI, se refleja en edificios, estancias y costumbres locales.

Su historia colonial, que comenzó en el siglo XVI, se refleja en edificios, estancias y costumbres locales.

Además, hay servicios de media y larga distancia, líneas urbanas e incluso un bus solidario que facilitan el viaje desde CABA y el conurbano. Quienes buscan un paseo diferente pueden optar por recorrer la zona en bicicleta, disfrutando de los paisajes rurales y las localidades cercanas, cada una con su propio encanto e historia.