Fue un pasaje de carruajes y hoy genera una tradición de merienda única: cuál es

La propuesta invita a experimentar de cerca el carácter misterioso y deslumbrante del Teatro Colón, emblema argentino y uno de los cinco escenarios más prestigiosos del mundo.

  • El Teatro Colón es uno de los máximos íconos culturales del país, famoso mundialmente por su arquitectura y por tener la mejor acústica del mundo para ópera.
  • Desde 1908 recibió a figuras legendarias como Toscanini, Pavarotti, Nuréyev, Bocca y Carreras, consolidándose como un templo lírico global.
  • Entre 2001 y 2015 fue restaurado y modernizado, incorporando nuevos espacios como la confitería “Pasaje de los Carruajes”.
  • Esta confitería ocupa el antiguo corredor usado por la élite para descender de sus carruajes y hoy ofrece un espacio gastronómico que combina historia y elegancia.

El Teatro Colón se erige como una de las máximas joyas culturales de la Ciudad de Buenos Aires y de toda Argentina, reconocido mundialmente por sus atributos arquitectónicos y artísticos. Según un estudio reciente de prestigio internacional, su sala principal ostenta el título de tener la mejor acústica del mundo para ópera y la segunda mejor para conciertos, un logro que subraya la excelencia de su diseño original y su importancia en la escena musical global.

Inaugurado en 1908, el imponente edificio ha servido de escenario durante más de un siglo a las figuras más grandes de la ópera, la música clásica y el ballet. Su historia está marcada por la presencia de gigantes de la talla de directores como Arturo Toscanini, bailarines como Rudolf Nuréyev y Julio Bocca, y voces inolvidables como las de José Carreras y Luciano Pavarotti. Este desfile de talentos ha consolidado al Colón como uno de los templos líricos más importantes del planeta.

pasaje de los carruajes teatro colon

Para asegurar su relevancia en el siglo XXI, el Teatro Colón atravesó un exhaustivo proceso de restauración y modernización tecnológica entre 2001 y 2015. Esta renovación no solo recuperó su esplendor original, sino que también añadió atractivos diferenciales. Entre ellos se destaca la confitería “Pasaje de los Carruajes”, que ofrece un espacio gastronómico único funcionando en ese corredor que históricamente servía para el acceso discreto y cubierto de la élite a principios del siglo XX.

Cómo es el lugar que era un pasaje de carruajes donde hoy se puede tomar el té

La confitería “Pasaje de los Carruajes” se presenta como uno de los rincones más singulares del Teatro Colón tras el proceso de restauración concluido en 2015. Este espacio permite a los visitantes disfrutar de una pausa gastronómica mientras recorren un corredor cargado de historia dentro del emblemático edificio porteño.

El nombre del local remite de inmediato a su función original: el pasaje que servía como acceso cubierto y reservado para los carruajes que trasladaban a la alta sociedad porteña a comienzos del siglo XX, cuando el Teatro Colón abrió sus puertas en 1908. A través de este corredor, las damas y caballeros descendían de sus vehículos protegidos de la intemperie, manteniendo la elegancia y discreción que caracterizaban a aquel mundo social.

cafe teatro colon

La transformación del espacio formó parte de una modernización que buscó recuperar la grandeza arquitectónica del teatro y, al mismo tiempo, adaptarlo a las necesidades del público actual. Convertir el antiguo pasaje en una confitería permitió conservar su estructura histórica y darle un uso cultural y comercial en sintonía con la vida del Colón.

El ambiente de la confitería conserva un estilo refinado que evoca los primeros años del teatro, combinando elementos originales con detalles contemporáneos. Quienes la visitan pueden disfrutar de té y pastelería fina rodeados por la arquitectura imponente y los altos techos que en otro tiempo recibieron a los carruajes tirados por caballos.

cafe teatro colon

El "Pasaje de los Carruajes" funciona como un rincón poco conocido dentro del complejo del Colón, ofreciendo una atmósfera tranquila que contrasta con el movimiento constante de la Avenida 9 de Julio. Esta característica lo convierte en un lugar ideal tanto para asistentes a las funciones como para turistas que buscan un acercamiento íntimo a la historia del edificio.

En síntesis, este espacio va más allá de una simple cafetería. Representa una parte viva del patrimonio del Teatro Colón y permite a los visitantes imaginar el esplendor de las noches de gala de hace más de un siglo, uniendo en un mismo entorno la memoria histórica del teatro con una propuesta gastronómica actual.

TEMAS RELACIONADOS