Esta calle de Buenos Aires te traslada a Paris y es un pasaje único: dónde se encuentra
Descubrirlo es una invitación a mirar la ciudad con otros ojos y a dejarse llevar por la sorpresa que todavía pueden ofrecer sus calles menos transitadas.
En Retiro hay un corredor de estilo parisino conocido como “el codo aristocrático de Buenos Aires”, donde se concentran galerías, cafés, hoteles y edificios emblemáticos.
Entre sus construcciones más destacadas figuran la Torre Mihanovich, la ex residencia Celedonio Pereda y un edificio de Eduardo Le Monnier.
Cada mes se realizan las “Noches de Galería”, un evento cultural gratuito que convierte la zona en un punto de encuentro para amantes del arte y vecinos.
La oferta gastronómica incluye lugares icónicos como El Viejo Caviar y Farinelli, que refuerzan el estilo europeo de Calle Arroyo.
En Buenos Aires existen rincones que sorprenden incluso a quienes creen conocer cada detalle de la ciudad. Entre ellos, hay una calle que se destaca por su encanto europeo y por una estética que remite inmediatamente a París. Su arquitectura, su escala íntima y su atmósfera particular la convirtieron en un pequeño tesoro urbano, muy buscado por fotógrafos y amantes del Turismo urbano.
Este pasaje, elegante y casi escondido, ofrece una pausa en medio del ritmo porteño. Sus fachadas, luminarias y detalles cuidadosamente conservados generan la sensación de haber cruzado de repente a otra capital del mundo. A pesar de su corta extensión, su identidad está marcada por una historia que mezcla tradición, inspiración francesa y la impronta de una Buenos Aires que alguna vez aspiró a competir con las grandes ciudades europeas.
Cómo es el pasaje de Buenos Aires que se parece a Paris
-Calle Arroyo - Turismo
Buenos Aires destaca por sus barrios de arquitectura con sello francés, pero es en Retiro donde esa impronta alcanza su versión más refinada. Allí, la calle Arroyo funciona como un pequeño corredor parisino: dos cuadras cargadas de elegancia que comienzan en la intersección de Juncal y Esmeralda y culminan en la Plaza Carlos Pellegrini, continuándose naturalmente en la Avenida Alvear.
Conocido como “el codo aristocrático de Buenos Aires”, este tramo reúne galerías de arte, cafés de especialidad, hoteles de lujo y una de las barras más reconocidas de la región: Florería Atlántico. Entre sus edificios más emblemáticos aparecen la Torre Mihanovich o Torre Bencich, la ex residencia Celedonio Pereda (hoy Embajada de Brasil y obra del arquitecto Louis Martin) y un notable edificio de viviendas diseñado por Eduardo Le Monnier en la esquina con Libertad.
Una vez al mes, Arroyo celebra uno de sus eventos culturales más representativos: las “Noches de Galería”. Durante esas tres horas, de 19 a 22, los espacios artísticos abren sus puertas de forma gratuita, convirtiendo la calle en un punto de encuentro para amantes del arte, vecinos y curiosos.
A pesar de su breve extensión, el corredor también alberga joyas culinarias que refuerzan su atmósfera europea. Entre esas propuestas se destaca El Viejo Caviar, el restaurante fundado por Carmen Miranda (madre de Narda Lepes) y considerado por muchos el mejor bistró francés de los años 80. También sobresale Farinelli, otro de los preferidos de la zona, que completa la oferta gourmet de una calle que condensa estilo, historia y sabor en apenas unas pocas cuadras.