La bahía de Miami se presenta algo ventosa y poco soleada, el sábado a la tarde a mediados de abril. El oleaje mece los botes amarrados, cuyo sonido, con el silencio cubriéndolo todo, le confiere a conversación una profundidad especial.
La bahía de Miami se presenta algo ventosa y poco soleada, el sábado a la tarde a mediados de abril. El oleaje mece los botes amarrados, cuyo sonido, con el silencio cubriéndolo todo, le confiere a conversación una profundidad especial.
En ese marco comenzamos la entrevista con Nanci Guerrero. La razón principal es la edición de un vino con su nombre, con la cualidad de que cada botella lleva impresa en su etiqueta un código QR por el cual se accede a un disco que fue grabado especialmente para maridar vino y música.
“Las mujeres siempre vienen un poco demoradas” me había dicho, diez minutos antes, Eduardo Pérez Guerrero, su esposo y productor general, mientras nos acercábamos a la orilla para tantear la luminosidad del ambiente pensando en las fotos de este encuentro.
La idea es completamente original y fabulosa, tanto como el vestido que Nanci lucirá de espaldas al mar, luego de la breve espera.
“Era una idea que teníamos desde antes de la pandemia -comienza ella- y que demoramos no sólo por el COVID, sino también porque sentíamos que todavía no llegaba el momento. Y bueno, este 2023 era el año”.
Nanci Guerrero es comediante y conductora de televisión -la nueva temporada de En modo Nanci Guerrero comienza la semana que viene- y su figura se lució por las pantallas de toda América Latina.
Pero además lleva una extensa trayectoria como cantante, incluyendo sus últimas presentaciones con el Trío Los Panchos .
“Sin embargo la gente siempre me identificó principalmente con la tele. También, en ese sentido, hacer un vino y que el público pudiera escucharme cantar boleros muy famosos pero con arreglos super originales, era una forma de ofrecer más material de mi costado musical”, afirmó.
La charla es seguida de cerca por Eduardo, quien produjo el disco y creó la idea junto con Nanci. Ambos tienen más de tres décadas viviendo en Miami, haciendo y produciendo shows musicales, descubriendo artistas y ganando premios.
De hecho, el arreglador del disco que acompaña el vino Con sabor a Boleros es Dani Vila, quien ganó el Grammy por mejor álbum de tango en 2012, precisamente trabajando con Eduardo Pérez Guerrero en un disco llamado Tango como yo te siento en el que desfilan voces entrañables del género y artistas consagrados en otros ritmos que aggiornan los temas.
Este año Pérez Guerrero y Nanci convocaron de nuevo a Vila y sumaron a otros músicos latinos multipremiados. El resultado es exquisito -la metáfora resulta tentadora, dada la ocasión- pero resulta interesante probar el maridaje.
Para beber y escuchar música nos trasladamos al interior de un complejo ubicado en North Miami. En el living, sobre una mesa baja, se disponen dos copones y destapamos el vino. De la lista de temas que conforman el disco, me dan a elegir y arranco por Nosotros –“… no es falta de cariño, te quiero con el alma, te juro que te adoro y por tu bien te digo adiós…”- es una puñalada al corazón, pero el Malbec 2018 hecho con uvas mendocinas lo suaviza acertadamente.
“Busqué que sea equilibrado -explica Nanci en relación al tinto- que sea fresco, que caiga bien en la copa, que sea fácil de tomar. En definitiva, como a mí me gustan los vinos”.
“Pero la idea es tan original -apunta Pérez Guerrero- que puede acomodarse al gusto de cualquier artista. De hecho es un proyecto que pretendemos expandir, porque así como cada compositor o intérprete le da su carácter a la música que ofrece, lo mismo puede ocurrir con el vino que lleve su nombre”.
Yo tomo el primer sorbo y no dudo de la frescura del Malbec Nanci Guerrero. Y es cierto, también, que un tema tan conocido y melancólico como Nosotros suena más afable, un tanto más rítmico y luminoso en la voz de ella que lo canta llegando a algunos agudos, para quitarle la pesadumbre que podría tener en la interpretación masculina habitual.
Ahora vamos con Historia de un amor tema que cierra el disco. La versión de Nanci es más rápida que las de Luis Miguel o Julio Iglesias, y si bien hay arreglos de violín, se destacan las trompetas y las congas, lo que le da un aire caribeño al tema, invita a bailar.
El vino mientras tanto se consume en la botella, y puedo imaginar el próximo show de Nanci (que suele presentarse en lugares cerrados, íntimos) con el público bailando como ocurre en Miami con los géneros latinos por excelencia, como la bachata o la salsa.
Se me ocurre que una de las ventajas de que una cantante lleve al mercado un vino con su nombre, y que con él se acceda a su música, es que quien haya vivido la experiencia de verla sobre el escenario, puede revivir el momento.
“Claro, es una manera de alimentar esa relación que hoy tenemos los artistas con nuestro público -reflexiona Nanci mientras Eduardo asiente desde el costado- porque ahora, con las redes y la interacción constante, podemos dialogar en forma directa”. “En ese sentido -aporta el productor- por el QR próximamente no sólo se accederá al disco, sino también a los videos de la grabación, e incluso Nanci grabó voces de respuesta para plantear, vía chatbot, una conversación con sus fans”.
Los caminos de la tecnología y del arte son, a fin de cuentas, completamente impensados. Lo que se reproduce en el móvil, se traslada a una pantalla enorme, y entonces quien elija compartir la bebida y la música de su artista preferida con amigos o familiares, encontrará una oportunidad única de alzar la copa y brindar por ella, saborear su Malbec, verla y oírla cantar y hasta fantasear con una charla.
Vamos oyendo pedacitos de canciones y me quedo con Luna lunera, cantada a dúo con Vila, originalmente grabada por Los Panchos, y en el que ella se luce. Lo canta como bailando, le quita toda la tristeza en esa segunda parte “¡ay lunita redondita, que la espuma de tu luz bañe mis noches!”
El ritmo cadencioso y la melodía de Nanci, cantada como desde las caderas, me confirman las sospechas: quien destape este vino en su casa, y reproduzca los boleros, si tiene sangre latina, terminará bailando.