La berenjena es una de las verduras más consumidas a nivel mundial. Es la base de muchos platos vegetarianos, como el baba ganoush o la lasaña, ya que su sabor y textura la vuelven un muy buen reemplazo de la carne. Sin embargo, también tiene detractores que la rechazan por su sabor amargo.
Aunque la berenjena queda deliciosa al hervirla y utilizarla en guisos o purés, otros métodos de cocción, como la fritura o la parrilla, pueden acentuar su amargor. Esto se debe a que los componentes antioxidantes presentes en su jugo hacen que la pulpa se vuelva amarga cuando entra en contacto con el aire.
Para evitar que esto suceda, existen algunos trucos muy sencillos que permiten sacarle el amargor a las berenjenas antes de asarlas o freírlas. La recomendación básica es siempre elegir verduras frescas, con piel firme y brillante, ya que se vuelven más amargas a medida que maduran.
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Cómo sacarle el amargor a las berenjenas
Existen cuatro métodos muy sencillos para quitarle el gusto amargo a las berenjenas y poder disfrutar de todo su sabor.
- Con sal: tras cortar la berenjena en rodajas o láminas, hay que colocarla en una fuente o asadera, espolvorearla con sal gruesa de ambos lados y dejarla reposar aproximadamente media hora. La sal hará que la verdura suelte sus jugos y elimine la solanina, la sustancia responsable del amargor. Es importante limpiar la berenjena con un paño húmedo antes de cocinarla para quitar el exceso de sal y líquido.
- Con leche o harina: en este caso, las rodajas o láminas de berenjena recién cortadas deben colocarse en un recipiente lleno de leche y sal, asegurándose de que queden bien cubiertas. Después de media hora, se secan con papel absorbente y están listas para cocinar. La misma técnica puede hacerse reemplazando la leche por harina.
- Con vinagre: si no se puede consumir sal, este truco es igual de efectivo que los anteriores. La berenjena cortada debe colocarse en un recipiente lleno de agua, agregar una cucharadita de vinagre y dejar reposar entre 10 y 30 minutos. Luego, se escurre, se lava con agua de la canilla, se seca con papel absorbente y se cocina normalmente.
- Congelarlas: después de cortar la berenjena en rodajas o láminas, hay que llevarla al congelador por cuatro horas. Pasado este tiempo, el truco consiste en dejar que se descongelen lentamente y presionarlas con las manos usando papel absorbente para que liberen todo el líquido.