Con grandes milanesas, parrilla a la vista y platos que combinan tradición e innovación, El Retorno se posiciona como un punto de encuentro gastronómico para quienes valoran la buena comida sin vueltas. Desde carnes ahumadas hasta sándwiches artesanales y postres con identidad, su propuesta se disfruta mejor entre charlas, risas y un vaso en la mano.
Con casi tres décadas de historia, El Retorno ha sabido aggiornarse.
Ubicado en el corazón de Villa Adelina, sobre una esquina amplia y luminosa, El Retorno es mucho más que una parrilla: es un restaurante con casi tres décadas de historia, que ha sabido aggiornarse sin perder el alma. Desde 1994, este espacio convoca a vecinos, familias y grupos de amigos con una propuesta amplia, sabrosa y contundente, pensada para todos los paladares.
El salón principal, con capacidad para 86 cubiertos, está diseñado con una estética de hierro y madera que transmite calidez y sobriedad. La parrilla a la vista, acompañada por los colores vibrantes del salad bar, se impone como protagonista apenas se cruza la puerta. Para los días de sol, la vereda con mesas al aire libre permite extender la sobremesa en un entorno relajado, con capacidad para otros 60 comensales.
El menú de El Retorno refleja la diversidad de la cocina porteña con un giro propio. Entre las entradas, las empanadas fritas de masa casera, rellenas a gusto y servidas con salsa criolla o chimichurri, son un imperdible para abrir el apetito. También brillan las achuras típicas: mollejas, chinchulines, chorizos y riñones que llegan con el punto justo de cocción.
Pero si hay un plato que sintetiza el espíritu del lugar es la milanesa. De ternera, de ojo de bife o de carré de cerdo, se sirven generosamente apanadas en panko y pan rallado. La versión de carré de cerdo al estilo japonés, con aderezo tonkatsu, cebolla morada y pepinos encurtidos, es una joya de la carta.
Para los fanáticos de la parrilla, los combos para compartir son la opción ideal: la parrillada para cuatro incluye una selección de cortes, achuras y guarniciones a elección. Una mención especial merece el matambre tiernizado a la pizza, marinado por cuatro horas en leche, desgrasado y cocido a la parrilla con tomate y mozzarella. Una receta que demuestra que lo clásico también puede ser sofisticado.
La carta de El Retorno no se queda en las brasas. También ofrece pastas caseras, wraps, ensaladas frescas y platos vegetarianos, además de una sección dedicada a los más chicos, con menú infantil que incluye bebida y postre. Los sándwiches gourmet y su hamburguesa El Retorno —de 200 g, con cheddar, panceta y salsa especial en pan de semillas— completan la oferta informal pero bien resuelta.
El apartado dulce es breve, pero efectiva. El budín de pan con dulce de leche artesanal y la copa Marquise, con brownie, crema, maní y caramelo salado, son el broche perfecto para una comida contundente. La sección de bebidas acompaña con tragos clásicos, coctelería de autor y una selección de vinos argentinos que van desde etiquetas accesibles hasta varietales más complejos.
El Retorno está ubicado en Avenida de Mayo 329, Villa Adelina, zona norte del Gran Buenos Aires. Abre todos los días al mediodía y por la noche.
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