Varias cámaras y federaciones relacionadas a la industria de la indumentaria y el calzado le enviaron una nota al ministro de Economía Luis Caputo en la que exigieron al Gobierno que reconsidere la medida de baja de aranceles a las importaciones de textiles y señalaron que provocará la destrucción del empleo nacional, el cierre de fábricas y comprometerá el nivel de actividad de la economía.
Días atrás, Caputo anunció que los aranceles de la importación de indumentaria y calzado bajarían del 35% al 20%, los de tejidos del 26% al 18% y los de hilados del 18% al 12%, 14% y 16%, medidas que ponen en jaque a la industria nacional. Entre los fundamentos de la medida de reducción de aranceles se señalan los altos precios de las prendas de vestir y la falta de competencia.
En su documento, el sector expresó que Argentina registra altos precios en la mayoría de los bienes transables. "Hace muchos años que nuestro país enfrenta un problema de competitividad sistémica que está determinado por factores fuera de fábrica o la producción de bienes estrictamente. Para mencionar solo los más relevantes: la presión impositiva en sus tres niveles, nacional, provincial y municipal, es mucho más fuerte para las empresas argentinas que para nuestros competidores externos, al igual que los costos logísticos, financieros y de alquiler de locales comerciales", indicaron.
"La evolución del nivel de la cotización del dólar estadounidense y la de los niveles del Índice de Precios al Consumidor IPC del INDEC desde enero 2024 afecta la situación de competitividad-precio y trae como consecuencia que nuestro país sea más caro en dólares, y que esta consecuencia impacte sobre todos los bienes transables. Por estos motivos marcas internacionales con locales en todo el mundo venden los mismos productos a precios más altos en sus locales de Argentina", agregaron.
Asimismo, destacaron que cuando se analiza la variación del precio de la vestimenta y el calzado, desde el inicio de la serie en diciembre de 2016, este se incrementó un 6.701%, bien por debajo de los 7.953% de la inflación promedio del IPC-INDEC. "Es cierto que entre buena parte de los años 2021 y 2022 el precio estuvo por encima de la inflación, pero esto sucedió por un claro aumento de la demanda mientras que también aumentaban las importaciones de ropa y calzado a niveles récord. Es decir, que el incremento de las importaciones no generó la baja en los precios. Más de la mitad del mercado textil, indumentaria y calzado es importado y contamos con más de 5 mil empresas: la competencia existe".
También manifestaron que en "la nueva etapa económica" el aporte del sector en la variación del precio desde diciembre de 2023 a la fecha se ha ubicado en un nivel de 44 puntos porcentuales por debajo del IPC. En particular, en febrero 2025, el incremento mensual de textil, indumentaria y calzado fue del 0,4% contra un 2,4% del promedio general de la economía.
"Es importante también remarcar que el 35% de derecho de importación corresponde a prendas de vestir y calzado extra zona; o sea que estos aranceles rigen para las importaciones con origen asiático por ejemplo. Y este porcentaje está vinculado a morigerar los efectos de la competencia desleal que estos productos provocan. Es sabido que la producción en muchos países asiáticos se realiza en economías que no se consideran de mercado, que cuentan con una presión tributaria ínfima y con estándares muy bajos en términos laborales y ambientales, donde ha habido infinidad de denuncias de distintos organismos internacionales en cuanto a trabajo semi-esclavo e infantil y de subsidios a la exportación".
Además apuntaron que el mundo y los países desarrollados van en dirección opuesta al rumbo elegido por el Gobierno. "Consumidores y gobiernos comprometidos para mitigar los daños sociales que ha generado el fast fashion toman medidas a favor de modelos más sostenibles que fomenten la producción dentro de sus fronteras. Estados Unidos y Europa lideran la toma de medidas arancelarias y no arancelarias para combatir el comercio desleal", puntualizaron.
Sobre el final del documento reprocharon que la medida no fue consultada entre las entidades empresarias y sindicales y alertaron que la misma tendrá un impacto muy negativo en el sector ya que aumentará las importaciones de ropa con bajos estándares de seguridad para el consumidor, destruirá empleo nacional, cerrarán fábricas, comprometerá el nivel de actividad, la economía y el ingreso de miles de familias. "Se perderán recursos fiscales, mientras que el impacto para bajar el precio en el mostrador será mínimo, siempre y cuando esa diferencia no sea absorbida como renta del importador".
"Por todo lo expuesto, solicitamos en forma urgente sea reconsiderada esta medida y nos otorgue una reunión, donde nos pondremos a su disposición para trabajar en conjunto y colaborar en políticas integrales que beneficien tanto a los consumidores como a la producción textil, de indumentaria y calzado, preservando el nivel de actividad, las economías regionales, las empresas y los puestos de trabajo en todo el país", completaron en el texto .
Nota completa
19.03.25. Nota al Ministro. Ref. Derechos de importación textil, indumentaria y calzado.pdf